DAF registró un descenso del 29,7% entre enero y septiembre, Scania un 25,7%, Iveco un 23,7%, Renault un 22,1%, MAN un 18,3%, Volvo un 13,8% y Mercedes un 11,3%.
Los fabricantes de camiones de más de 6 toneladas de peso con carga no dan crédito a sus ojos. La demanda de estos vehículos se desvanece como cuando en los dibujos animados pasan un borrador sobre uno de los personajes. En los nueve primeros meses de 2008 se han matriculado 25.342 unidades, un 20,9% menos que en 2007
Las matriculaciones de los distintos fabricantes que compiten en este segmento del mercado descendieron también, aunque en una magnitud sensiblemente distinta de unas marcas a otras. Así, pierden más terreno que la media del mercado DAF (-29,7%), Scania (-25,7%), Iveco (-23,7%) y Renault (-22,1%), en tanto que retroceden menos que la media el grupo MAN (-18,3%), Volvo (-13,8%) y Mercedes (-11,3%) que, en consecuencia, ganan penetración. Si se considera también el segmento ligero -el de los vehículos de 3,5 a 6 toneladas de peso con carga- las marcas que están presentes en él ven modificadas las cifras precedentes de la forma que sigue: Iveco (-23,9%), Renault (-19,8%) y Mercedes (-13,7%), a consecuencia del 16,4% que han bajado las matriculaciones en el conjunto del segmento ligero.
De todos modos, siguen siendo los camiones rígidos de más de 16 toneladas (pesados), los más afectados por la contracción de la demanda, habiendo bajado un 29,8% en el conjunto de los nueve primeros meses del año y con relación a idéntico período de 2007. Evidentemente, las convulsiones del mundo financiero y el impacto que las mismas están teniendo sobre el sector de la construcción están detrás de esta evolución tan negativa de este segmento, en el que se incluyen volquetes y hormigoneras. Además, hay que subrayar que el segmento de tractoras, que crecía aún al 18,8 por ciento en el acumulado de los dos primeros meses de 2008, se mantuvo por encima de los resultados de 2007 hasta mayo, siendo a partir de junio cuando la demanda de este tipo de vehículos, con frecuencia usados como termómetro de la salud de la economía de cualquier país, inició la contracción actual, encontrándonos sólo cuatro meses después a un 16,5 por ciento por debajo de las matriculaciones de tractoras que se acumularon en los nueve primeros meses de 2007.
La velocidad de la caída de la demanda se está empezando a sentir también fuera de España y, como nos ha pasado aquí, en otros países de Europa occidental están sumamente preocupados sobre todo por la rapidez con que las matriculaciones de vehículos industriales están cayendo también en sus respectivos mercados. Y no es que no se compren camiones por dificultades crediticias, como se ha intentado explicar la crisis de la vivienda, sino que ya en los primeros meses del presente año algunos transportistas confesaban a TRANSPORTE XXI que, si pudieran, correrían a cancelar los pedidos de nuevos camiones que habían formulado durante el pasado año. Y es que el problema, en el caso de los vehículos industriales, se origina en que la reducción del consumo en general está teniendo repercusión en tantas y tantas industrias que, por primera vez en muchos años, hay empresas de transporte por carretera que aseguran tener camiones parados por falta de mercancía que transportar.