El beneficio que aporta el puerto de Barcelona a las empresas que utilizan la infraestructura como puerta de entrada y salida para sus productos equivale al 11 por ciento de las ventas de estas compañía, lo que se traduce en un montante de 12.100 millones de euros. Y esta cifra representa “el 5,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y el 5,4 por ciento de la ocupación en Cataluña”, aseguró Sixte Cambra, presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, en un foro organizado por Primera Plana.
Para llegar a esta conclusión, el puerto catalán ha hecho una encuesta entre sus usuarios calculando los sobrecostes que les generaría utilizar otras cadenas de transporte alternativas de no existir la dársena. Sixte Cambra destacó la “gran responsabilidad que genera” contar con alrededor de 3.000 empresas que son clientes del puerto, que canaliza el 77 por ciento de las importaciones y de las exportaciones catalanas, lo que equivale al 27 por ciento del comercio exterior español.
Lo que es exclusivamente la actividad portuaria, aporta el “1,4 por ciento al PIB y el 1 por ciento de la ocupación en Cataluña”, recordó Sixte Cambra. El puerto de Rotterdam “mueve diez veces más toneladas que el de Barcelona, pero en valor añadido únicamente genera cuatro veces más”, añadió. Con la ampliación, “el puerto está preparado para situarnos como hub logístico del sur de Europa”. Ahora bien, “hay amenazas”, alertó el presidente de la Autoridad Portuaria. Amenazas como “la falta de autonomía” que tiene la dársena en comparación con “sus principales competidores”, señaló, en referencia a los puertos del norte de Europa.