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Castellón lanza la caña al intermodal

La futura terminal ferroportuaria, con una inversión de 30 millones de euros, empieza a atraer el interés de operadores por su estratégica posición en el Corredor Mediterráneo.

El Puerto de Castellón, que preside Ruben Ibáñez, está intensificando su apuesta por la diversificación con la mirada fijada en el desarrollo del intermodal al calor de su proximidad al trazado del Corredor Mediterráneo.

Obras del nuevo acceso ferroviario por el sur al puerto de Castellón.
Obras del nuevo acceso ferroviario por el sur al puerto de Castellón.

A las obras, ya en marcha, de su nuevo acceso ferroviario por el sur, el puerto sitúa su esfuerzo en la puesta en servicio de su Estación Intermodal; una instalación llamada a ser clave en el impulso de la logística en la provincia, con el desarrollo de nuevos servicios regulares para el transporte de contenedores y graneles.

Para ello, la entidad portuaria ha lanzado el concurso de construcción de la instalación, con  un presupuesto de 30 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses. Para la actuación, que se han presentado once ofertas del sector de la construcción, ya hay operadores interesados en optar a la explotación de la misma.

Y es que el enclave planea que la futura terminal pueda acoger dos tipos de tráficos, atendiendo a la demanda de sus actuales concesionarios. Por un lado, estima que se podrán componer trenes de graneles sólidos con longitudes de 230 metros, con tráficos como cemento y clínker, para su transporte en tolvas cerradas. Y, por otro lado, la instalación plantea trabajar trenes de contenedores de tracción eléctrica con longitudes máximas de 500 metros, que permitirán el acarreo de 37,4 UTI por convoy, con un peso máximo de 1.240 toneladas.

El objetivo es tener habilitada la primera fase de la estación intermodal en 2026. La instalación ferroviaria, con ancho mixto, tendrá 3 vías de recepción y expedición de trenes, 2 vías de carga y descarga y 4 vías de mango, en una primera etapa.

Para una segunda fase, se ha proyectado aumentar la capacidad hasta 4 vías de recepción y expedición, 4 vías de carga y descarga y 4 vías de manga. Todas las vías de carga y descarga tendrán una longitud mínima de 800 metros y sus cabeceras estarán electrificadas. La estación tendrá dos vías de conexión con la vía general del nuevo acceso sur al puerto.

El espacio para el apilado de contenedores tendrá 4.950 metros cuadrados. La transferencia de contenedores se realizará mediante apiladores de alcance (reach stacker) en la primera fase a tres alturas para envases llenos. El espacio se verá reducido en la segunda fase a 40,75 metros de ancho, para la instalación de la vía 4 de carga y descarga.

De acuerdo con el estudio de demanda realizado, la estación intermodal se diseña para un escenario medio de tráficos de 40 trenes a la semana y un total de 90.000 TEU/año, más de 66.000 UTI/año y más de 1,7 millones de toneladas en el horizonte del 2044. El tráfico con origen o destino el puerto supondrá el 39 por ciento de los trenes totales, mientras que en un 61 por ciento será tráfico industrial procedente de la carretera.

Nuevo acceso ferroviario

El puerto dispone actualmente de una precaria terminal ferroviaria de contenedores en su zona norte, que lleva desde el año 2017 sin acoger convoyes. La intención de la Autoridad Portuaria de Castellón es que esta instalación esté operativa cuando se ponga en funcionamiento la nueva intermodal. Además, la dársena norte dejará de estar conectada con la red ferroviaria a través del acceso norte.

La conexión entre las instalaciones portuarias con la red general se ha venido realizando mediante un ramal en vía única no electrificada que parte del apeadero de Las Palmas, situado al norte de la estación de Castellón, dentro de la línea Valencia-Tarragona. Este ramal, de 6,8 kilómetros, tiene 19 cruces a nivel y atraviesa zonas urbanizadas en los últimos años, lo que lo hace poco operativo.

De ahí, que Adif, junto a la Autoridad Portuaria, hayan impulsado un nuevo acceso ferroviario por el sur, cuyas obras marchas a buen ritmo con el objetivo que entre en explotación, a más tardar, a finales de 2026 ya que dispone de ayudas del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).

El acceso permitirá al enclave estar conectado tanto con el Corredor Mediterráneo en ancho internacional, como con el resto de la península en ancho ibérico, bajo una inversión de 159 millones de euros.