Las operaciones de carga son prácticamente testimoniales en la comunidad, pese a que cuenta con cuatro aeropuertos en activo.
Castilla y León no ha conseguido reactivar su tráfico aéreo de mercancías. Las operaciones de carga aérea son prácticamente testimoniales en la región, pese a que cuenta desde hace más de dos años con cuatro aeropuertos en activo. Valladolid, histórica punta de lanza, se hunde año a año en cifras cada vez más residuales
Castilla y León se está convirtiendo en una región prácticamente ajena al tráfico aéreo de mercancías pese a que actualmente cuenta con cuatro aeropuertos en activo (Valladolid, León, Burgos y Salamanca). El aeropuerto de Valladolid, histórica punta de lanza en este aspecto, sigue caminando en una larga cuesta abajo desde hace más de un lustro. La terminal vallisoletana registró una caída en cargo del 64,4 por ciento de enero a noviembre de 2010, sobre un total de 26.777 kilogramos, muy alejada de los 678.217 kilos alcanzados hace tan solo seis años.
El aeropuerto de la capital castellano-leonesa se ha nutrido tradicionalmente en sus operaciones de carga de vuelos chárter destinados al abastecimiento de piezas y recambios para las plantas de producción de Renault e Iveco en la provincia. Sin embargo, este tipo de tráficos irregulares se han visto reducidos significativamente en los últimos tiempos, mientras que el resto de la carga que llega y sale del aeropuerto en las bodegas de los aviones de Air Nostrum es escaso. En los otros tres aeródromos de la región la situación no es mejor. En Salamanca no se mueve carga desde hace años, mientras que Burgos registra mínimos movimientos.
Por su parte, León ha logrado de enero a noviembre un pequeño incremento del 4,6 por ciento (3.642 kilos), pero muy lejos de las cifras de 2008 (15.979 kilos). Ante esta situación, expertos del sector consideran que es preciso que la Junta de Castilla y León apueste definitivamente por la especialización de cada uno de los cuatro aeropuertos de la región y que en el capítulo de carga enfoque todos sus esfuerzos en hacerla despegar en una sola terminal.
ESPECIALIZACIÓN
En este sentido, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, considera que “el aeropuerto de Burgos puede tener un potencial importante en el transporte de mercancías”, por su ubicación. Precisamente, el Consorcio para la Promoción del Aeropuerto de Burgos, el más novel de la región, publicó un estudio en el que se apuesta por la ampliación de la actual pista de 2.100 a 3.100 metros de longitud, lo que convertiría la instalación en apta para el transporte de carga.