El proyecto incluye una plataforma logística para el trasvase de carga camión/ferrocarril.
La Comisión de Urbanismo de Cataluña ha aprobado el proyecto de eje transversal ferroviario en ancho europeo, que conectará Lleida con Girona y que supondrá para el puerto de Barcelona una nueva conexión ferroviaria. La creación de una plataforma logística en Igualada es una de las novedades incluidas.
Dos años después de su presentación en sociedad, el proyecto de Eje Transversal Ferroviario diseñado por el departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de Cataluña, que conectará Lleida con Girona en ancho de vía europeo (UIC) para pasajeros y mercancías, ha recibido el visto bueno de la Comisión de Urbanismo de Cataluña. Se trata del primer paso necesario para la elaboración de los informes preliminares que, a su vez, son la base para la redacción de los planes directores urbanísticos.
El proyecto se presentó en 2005 con una fase de ejecución mínima a quince años vista. Una de las novedades que ha incluido la Comisión de Urbanismo es la creación de una plataforma logística en el norte de Igualada, “que estará asociada al trasvase de carga del camión al ferrocarril”, según señaló a este periódico Manel Nadal, secretario para la Movilidad. El proyecto incluirá otras terminales de carga, “que todavía están por decidir”.
Otra de las novedades es la construcción de un ramal completo entre Igualada y Martorell. En Castellbisbal, la nueva línea enlazará con la de alta velocidad que entra en Barcelona y con la de mercancías hacia el puerto de la capital catalana. Para la instalación portuaria, significará “tener otra conexión en ancho internacional con Lleida, zona que está dada a ser uno de los grandes polos logísticos ante la saturación de la costa, y hacía el norte con Girona”, añadió Nadal.
Además, se ha optado por completar el eje ferroviario con una variante dedicada exclusivamente a mercancías en Girona para evitar el paso de trenes de carga por esta ciudad. Con las modificaciones incluidas, el eje ferroviario tendrá una longitud total de 313 kilómetros, de los que 118 serán en túnel, 174 en superficie y habrá 21 kilómetros en viaducto. Los trenes de viajeros podrán circular a 250 kilómetros por hora y los de mercancías a 120. La inversión rondará los 7.000 millones de euros