Otros habrían proclamado el hecho a los cuatro vientos apoyándose en él para pronosticar todo tipo de triunfos, pero Jim Owens, el presidente ejecutivo de Caterpillar, fabricante de motores y maquinaria para la construcción, ha demostrado ser una persona seria cuando, tras anunciar que su compañía había obtenido unos beneficios de 922 millones de dólares en el primer trimestre del año, un 13 por ciento más que en el mismo período de 2007 y resultado récord, se ha apresurado a decir que sólo están capeando el temporal.
La de Caterpillar fue una de las primeras voces que advirtieron en el mes de octubre último de que se echaba encima una etapa de recesión económica. Ahora ha recortado las expectativas de crecimiento al 0,5 por ciento en 2008 para EEUU, frente al 1 por ciento estimado anteriormente y también ha dicho que el crecimiento de Europa será del 2 por ciento, en lugar del 2,3 por ciento que vaticinó previamente. Owens cree que la economía estadounidense seguirá contrayéndose durante al menos tres o seis meses más, tras lo cual debería tocar fondo y, quizá, recuperarse en 2009 y 2010.
“El estímulo de las políticas fiscal y monetaria y la estabilización de los mercados financieros debería conducirnos a partir de entonces a la ansiada recuperación siempre y cuando ningún político haga alguna tontería”, comentó el presidente de Caterpillar. Pese a que la compañía también fabrica motores Diesel para camión y que se está viendo muy afectada por la crisis de las ventas de este tipo de vehículos en Norteamérica y a que no vaticina perspectivas de recuperación a corto plazo en esta zona geográfica y tampoco en Europa, sí mantiene su previsión de que sus ventas e ingresos crecerán de un 5 a un 10 por ciento en 2008 con respecto a 2007.