Transfesa, VTG Rail España y Ermewa Ibérica se reparten ahora el capital a partes iguales y aportan 100 vagones para paliar la retirada de los 200 que tenía la pública.
Cererail, la agrupación de interés económico especializada en transporte de cereales y productos agroalimentarios, ha reorganizado su estructura accionarial tras la reciente salida de Renfe, que controlaba el 25 por ciento de su capital. Transfesa, VTG Rail España y Ermewa Ibérica se reparten ahora el control de la compañía
El pool de vagones Cererail, con forma jurídica de agrupación de interés económico, se ha visto obligado a reorganizar su estructura accionarial, tras la reciente salida de Renfe. La pública poseía el 25 por ciento del capital, porcentaje que ha pasado a manos de los otros tres accionistas: Transfesa, VTG Rail España y Ermewa Ibérica. Estas tres compañías pasan a controlar el 33,33 por ciento del capital, respectivamente, que se eleva a 36.000 euros. El director general de Mercancías y Logística de Renfe, Juan Fernández, justificaba recientemente la salida de la pública del capital de algunas compañías, como Cererail, en “la obligación que tenemos de salirnos de los pools”.
Sin embargo, el director general de Cererail, Santiago Muñoz Valero, ha señalado a este periódico que “la decisión de Renfe se ha tomado alegando imposiciones gubernamentales, pero parece más de cara a la galería que otra cosa, ya que Renfe sigue presente en el capital de otras sociedades”. Además, la salida de la pública de Cererail ha conllevado la retirada de 200 unidades de vagones del total, que pasó así de 700 a 500 unidades.
Para compensar esa pérdida de flota, los tres accionistas han decidido incorporar un centener de vagones. Cererail registró un estancamiento en el movimiento de mercancías en el pasado año. “Este estancamiento ha venido motivado por dos factores fundamentales, como son la política de restricciones de tráfico de Renfe y la propia situación del mercado de cereales y productos agroalimentarios, cuyas importaciones se han visto reducidas”, señala Muñoz, que además califica la nueva política de precios de la pública Renfe como “descabellada”. Cererail transporta principalmente materias primas para clientes importantes del sector agroalimentario.
De todos modos, de cara a 2008, las perspectivas de movimiento de mercancía son más optimistas. “Nuestras previsiones pasan por mover un millón de toneladas, basándonos en el crecimiento vegetativo de algunos de nuestros clientes más que en una verdadera activación del mercado”, concreta el director general de Cererail. Por otro lado, en lo que se refiere a las expectativas con respecto a la entrada en el sector de la tracción por parte de operadores privados, Muñoz es pesimista a corto plazo, ya que “los movimientos en el mundo ferroviario son lentos.
Se deben asumir inversiones fuertes y por ello las expectativas de rentabilidad tienen que ser grandes, por lo que a corto plazo mercados como el de los cereales y productos agroalimentarios, el de la madera o el papel no son demasiado atractivos por su bajo valor añadido”. Además, Muñoz lamenta que proyectos como la planta de bioetanol de Babilafuente (Burgos) hayan quedado paralizados por el incremento del precio de las materias primas. En 2006, Cererail trasladó 110.000 toneladas a esta planta y en 2007 sólo 7.000 en enero, hasta que se paralizó definitivamente la producción. “Es una pena porque era un proyecto para mover 350.000 toneladas anuales”, sentencia Muñoz.