La patronal que preside Marcos Montero recibe a Francisco Espinosa con el cuchillo entre los dientes y califica de “agresión” al sector el cese del anterior director general.
No ha pasado ni siquiera un mes, pero la Confederación Española de Transporte de Mercancías ya echa de menos al anterior director general de Transporte Terrestre. La patronal que preside Marcos Montero califica de “agresión” el cese de Juan Miguel Sánchez y recibe a su sucesor, Francisco Espinosa, con el cuchillo entre los dientes
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), que preside Marcos Montero, llora la ausencia de Juan Miguel Sánchez, considerado por la patronal como ‘uno de los suyos’, y recibe al nuevo director general de Transporte Terrestre con el cuchillo entre los dientes. Francisco Espinosa, que acaba de tomar el relevo de Sánchez al frente de la Dirección General -puesto que logró mantener en cuatro legislaturas diferentes-, no lo tuvo nada fácil en su debut ante el sector en el Congreso Nacional de Empresarios de Transporte, en el que lo más destacado, curiosamente, fue la escasa presencia y participación de los mismos.
Allí, in situ, Espinosa pudo comprobar cómo se las gastan los pesos pesados del transporte de mercancías por carretera, Marcos Montero, Ovidio de la Roza, Enrique Ortiz y compañía, que acaban de perder a un aliado al otro lado de las trincheras, demasiado identificado con el sector, tras pasar una larga etapa de más de 11 años al frente de la Dirección General, como para liderar los cambios de calado a los que tendrán que hacer frente los transportistas. No era de esperar que a las primeras de cambio la organización empresarial extendiese la alfombra roja al nuevo director general, pero sí un ambiente menos hostil para un ‘invitado’ que se presentaba por primera vez ante los transportistas para avanzar las líneas generales de actuación de su Departamento.
¡Qué menos que esperar los 100 días de rigor que suele darse de plazo a los nuevos dirigentes antes de evaluar su gestión!… Pues no fue así. El mensaje de la patronal, más acostumbrada al puñetazo en la mesa que al lenguaje empresarial que se le presupone a una organización de estas características, fue claro, contundente… y repetitivo. El presidente Marcos Montero volvió a exigir a Fomento el cese de las “agresiones” al sector de la carretera, en clara alusión a los dos principales caballos de batalla que los transportistas tienen actualmente encima de la mesa.
Es decir, la apuesta del ministro José Blanco por el impulso del transporte de mercancías por ferrocarril, cuyo plan presentó días antes a la celebración del Congreso, y la implantación de la Euroviñeta, sobre la que el presidente de la patronal mostró su profundo malestar y rechazo. Para dar más énfasis a su alocución, un aviso para navegantes. “Esperamos que sea el objetivo de nuestro ministro de Fomento evitar problemas que podrían ocasionar graves consecuencias imprevisibles”, concluyó Montero. En la misma línea, aunque elevando más si cabe el tono, se pronunció Ovidio de la Roza, que con un único camión ha logrado convertirse con el paso de los años en la voz de los empresarios del sector de la carretera.
El presidente del Comité Nacional y de Conetrans, buque insignia de CETM, llegó incluso a incluir el cese de Juan Miguel Sánchez, compañero de mil batallas, entre las “múltiples agresiones” del Ministerio de Fomento a los transportistas. Así las cosas, al nuevo director general no le quedó otra que tragar saliba y empezar su intervención reconociendo la labor de su antecesor en el cargo y apuntando, como no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta el escenario, que “nadie va a tomar medidas que perjudiquen al transporte por carretera”. Eso sí, dejó claro que “todos los modos deben jugar su papel”. Los transportistas y la Administración ya han puesto sus cartas sobre la mesa. La batalla está servida.
El Gobierno continúa jugando al gato y al ratón con la Euroviñeta
El Ejecutivo de Zapatero continúa jugando al gato y al ratón con la Euroviñeta, el impuesto impulsado desde Bruselas que tendrán que pagar los transportistas para sufragar los costes que generan por el uso de las infraestructuras. El discurso del Gobierno varía en función del escenario. Sí, pero no… No, pero sí… En el último Congreso Nacional de Empresarios se volvió a poner de manifiesto este doble lenguaje del Ejecutivo.
En un claro intento por calmar los ánimos de los transportistas, que les hace falta bien poco para ponerse en pie de guerra, la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, volvió a insistir en que la nueva tasa no se pondrá en marcha en la presente legislatura. Una puntualización innecesaria, ya que su implantación tardaría un mínimo de dos años. La realidad, sin embargo, es bien distinta. Como ya adelantó este periódico, el Ejecutivo se “arrepiente” ahora de no haber impulsado la Euroviñeta durante la presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre de este año.
Así lo puso demanifiesto la propia secretaria de Estado de Transportes en una reciente reunión mantenida con el Consejo de Transportes de la CEOE, que preside Lorenzo Chacón. Según recoge una nota interna del encuentro redactada por la patronal, Gutiérrez asegura que el compromiso alcanzado con el sector del transporte por carretera para no apoyar esta iniciativa no fue acertado. Claro que tampoco era cuestión de demostrar tanta sinceridad ante cerca de un centenar de empresarios del sector.