La sociedad “seguirá siendo pública y pagará un alquiler” a los privados que se adjudiquen la gestión de ambos aeropuertos.
Clasa mantendrá el control de las terminales de carga en los aeropuertos de Madrid y Barcelona, cuya gestión será adjudicada a los privados por Fomento antes de finalizar el año. Ambas instalaciones acaparan más del 70 por ciento del total de las mercancías que se mueven por avión en España. Eso sí, Clasa cambiará de casero: pagará el alquiler a los concesionarios que se hagan con la gestión de los dos aeropuertos, según han señalado fuentes sindicales.
Hasta la fecha, Clasa era arrendataria de su propio accionista, es decir, inicialmente, de la entidad pública empresarial Aena y, ahora, de Aena Aeropuertos S.A., sociedad a la que ha pasado a pertenecer con el cambio del modelo español de gestión aeroportuaria. Aunque Aena Aeropuertos se abrirá al capital privado (en un 49 por ciento), “Clasa continuará siendo pública”, añadieron estas fuentes.
Clasa formaba parte de los activos de la entidad pública empresarial que el Gobierno autorizó el pasado junio traspasar a Aena Aeropuertos. El mismo camino siguieron Aena Internacional (la sociedad que gestiona las instalaciones en aeropuertos extranjeros), Restauración de Aeropuertos Españoles (Raesa) y Agencia Metropolitana de Desarrollo Urbanístico y de Infraestructuras (Barcelona Regional). Aena Aeropuertos es titular 100 por 100 de Clasa y de Aena Internacional. Pasar a pertenecer a la nueva sociedad “no ha supuesto ningún cambio”, señalaron fuentes de Clasa, cuyo director general es Jorge del Castillo.
La compañía empezó su actividad en 1994 en el centro de carga de Barajas, donde actualmente hay ubicadas unas 200 empresas (incluidas las que ocupan oficinas). Además de esta instalación y la de Barcelona, ocupada por 120 empresas, gestiona la terminal del aeropuerto de Valencia, que no llega a la veintena de inquilinos. El centro de Barajas suma 41 hectáreas, el de Barcelona cuenta con 40 y el de Valencia tiene una superficie de casi seis hectáreas. Clasa registró unos beneficios consolidados de 4,52 millones de euros en 2009 (última memoria publicada), frente a los 5,32 millones de 2008. Tiene una plantilla de 36 trabajadores.
Caja de 5.300 millones
Las arcas públicas harán una caja mínima de 5.300 millones de euros por adjudicar la gestión de los aeropuertos de Madrid (3.700 millones) y Barcelona (1.600 millones) a los privados. Esos serán los precios de salida.
El Gobierno autorizó en julio la creación de las sociedades concesionarias de los dos aeropuertos.
La operación se hará mediante una ampliación de capital. El 9,95 por ciento seguirá en manos de Aena Aeropuertos.
El nuevo gestor privado pagará un canon anual equivalente al 20 por ciento de la facturación de cada aeropuerto, con un mínimo garantizado que será de 150 millones para Barajas y 80 millones para El Prat en 2012.
Los adjudicatarios se elegirán en noviembre y empezarán a operar en la primavera de 2012, de acuerdo con el calendario.