La naviera, con sede en Luxemburgo, refuerza su apuesta por el puerto cántabro con una nueva línea semanal con Cork para el tráfico ro-ro, a través de Zeebrugge.
CLdN ha presentado el nuevo servicio para carga rodada que conecta el puerto de Santander con la dársena de Cork (Irlanda), a través de Zeebrugge (Bélgica).
La naviera, con sede en Luxemburgo, ha lanzado la conexión entre Santander y Cork, vía Zeebrugge, apenas tres meses después de que Brittany Ferries sustituyese la ruta directa desde la terminal cántabra con la dársena irlandesa por el puerto de Bilbao y Rosslare.
La línea entre Santander con Irlanda surge tras la reciente puesta en marcha del servicio de CLdN entre Cork y Zeebrugge, como parte de su expansión en los servicios de transporte de carga rodada entre Bélgica e Irlanda, en este año marcado por la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea.
El nuevo servicio ro-ro, que saldrá de Santander los viernes para llegar a Cork los martes y regresar los jueves para alcanzar Santander los martes, está diseñado para el embarque de camiones, semirremolques, contenedores, mercancía estática sobre mafi y cargas de proyecto.
El puerto de Santander suma a Cork entre los destinos que ofrece CLdN, a través del puerto de Zeebrugge, y que conectan con Dublín (Irlanda), Killingholme y Londres (Gran Bretaña), Esbjerg (Dinamarca) y Gotemburgo (Suecia).
CLdN, que presenta el nuevo servicio en el actual contexto marcado por la pandemia del Covid-19, se ha posicionado en el puerto de Santander, desde su llegada a finales de 2016, como la naviera con mayor crecimiento de tráfico ro-ro a través de su conexión con Zeebrugge, que en 2019 se amplió a la tercera conexión semanal.
La compañía marítima también obtuvo el pasado año una concesión administrativa de una superficie de 43.491 metros cuadrados en el espigón central de Raos, por un plazo de 10 años y ampliable otros cinco más. Además, dispone del edificio industrial de Cantabriasil-Cadevesa, que tiene una superficie de 2.475 metros cuadrados.