El armador francés intenta cancelar algunos pedidos de buques.
La naviera francesa CMA CGM se dispone a negociar con varios bancos europeos y asiáticos la deuda de 3.500 millones de euros que arrastra y que hacen peligrar su viabilidad. Gran parte de esta deuda corresponde a un enorme plan de construcción de buques en astilleros coreanos (el banco surcoreano Eximbank es uno de los principales acreedores del armador con sede en Marsella). La naviera reconoce en un comunicado que está negociando el retraso en la entrega de varios buques en vías de construcción, e incluso que quiere cancelar algunos pedidos. Sin embargo, muchos de estos barcos se encuentran en un estado avanzado de fabricación.
Por ejemplo, CMA CGM botará en las próximas semanas el “CMA CGM Cristopher Colomb”, el primero de una serie de ocho buques de 13.300 TEUs. Del mismo modo, la entrega de nueve unidades de 11.356 TEUs está prevista en un breve plazo de tiempo, mientras que entre noviembre del presente año y septiembre de 2011 otros diez barcos de 8.500 TEUs han de sumarse a la flota. A partir de 2011 navegarán nueve ULCs de 12.500 TEUs, de los cuales cinco son en propiedad y el resto en flete por tiempo. En total, la cartera de pedidos de la naviera gala suma 60 barcos, que representan medio millón de slots.
Actualmente, la flota de CMA CGM supone un capacidad total de 1 millón de TEUs. La dirección de la tercera naviera en el ranking mundial mantuvo una reunión recientemente con el ejecutivo francés con el fin de encontrar apoyo de su Gobierno frente a sus acreedores. Portavoces de compañía francesa CMA CGM han señalado que no se trata de conseguir una ayudas de fondos públicos, sino más bien de alcanzar un acuerdo para retrasar el pago de los intereses de su deuda. La empresa está a la espera de alcanzar un acuerdo global con sus bancos a mediados del mes de noviembre.