El papel lo aguanta todo.

Da lo mismo ubicar un puerto seco en un territorio u otro.

El líder de Coordinadora, Antolín Goya, una de “las 10 personas que hacen funcionar a España”, según el Magazine de El Mundo

Sigue la resaca del último paro promovido por Sintrabi y Egas, que bloquearon durante dos largas semanas el puerto de Bilbao

Hay trenes que no se pueden dejar escapar.

La falta de planificación de la inversión pública sigue dando material para el género del ‘absurdo’.

Mal vamos si las inversiones portuarias, algunas faraónicas, se acometen para quitar tráficos al de al lado.

De nuevo se impone el ¡qué hay de lo mío!, en lugar de “lo nuestro”, como predicaba Pastor.

El empresariado gallego lo tiene claro: “los puertos no son política; son economía”, y aboga por un enclave “más técnico y menos político”

¿Cómo se puede defender la armonización en Europa, si no hemos sido capaces antes de poner orden en nuestra propia casa?

Asier Atutxa tomará el relevo a José Ramón de la Fuente al frente del puerto de Bilbao.

Me gustaría, utopía, tal vez, que los políticos dejasen a un lado sus intereses partidistas y tuviesen en cuenta la opinión de los empresarios

El conflicto del transporte del puerto de Bilbao lleva tanto tiempo enquistado, que ya no se sabe en el tejado de quién está la pelota

¿A dónde va a parar el dinero de formación? Que cada uno saque sus conclusiones, aunque es evidente que este no es el camino

Pretender que Suardiaz sea el salvador de la autopista del mar de Vigo, un proyecto que ni siquiera ha parido, parece una carga excesiva

Los transportistas bloquean el puerto… y no pasa nada.

Los principales damnificados de la batalla por el control del transporte en los muelles de Bilbao vuelven a ser los clientes y el propio puerto

El chantaje de paros y movilizaciones sólo sirve para dañar, aún más si cabe, una imagen del sector, ya de por sí bastante deteriorada

¿De qué estamos hablando, de potenciar un tráfico nuevo o de subvencionar una línea que ya existe? No entiendo nada

Las pocas veces que he cogido la ‘Supersur’, que ha costado la friolera de casi 1.000 millones, he circulado prácticamente solo