El nuevo nicho, a su vez, permitirá a la transitaria, perteneciente al grupo francés Charles André y especializada en líquidos, dar el salto al transporte aéreo.
Coma y Ribas ha ampliado nicho como transitaria marítima a los tráficos de carga general. La compañía, perteneciente al grupo francés Charles André, está especializada en el transporte de líquidos, sobre todo químicos.
Al tratarse de un mercado estable, “vimos la necesidad de crecer en otros nichos y entramos en la carga general con la creación de un departamento específico el año pasado”, señala Ramon Margalef, director general de Coma y Ribas. La apuesta ha dado resultado haciendo las primeras operaciones con Brasil y Estados Unidos, además del mercado asiático, donde ya operaba con líquidos. Esta diversificación “nos ha generado un 15 por ciento más de facturación en la actividad de transitaria marítima”, añade el directivo. Es más, la carga general “es un tipo de mercado que demanda transporte aéreo”. Y es por ello que la transitaria ha iniciado el proceso para obtener la certificación de IATA para pasar a gestionar directamente operaciones de transporte aéreo, que tradicionalmente subcontrata. Espera obtenerla este mismo año.
Además, Coma y Ribas ha crecido en intermodalidad con un servicio de transporte de pulverulentos que hacía únicamente por carretera con anterioridad. Transporta la carga en camión hasta Perpiñán, donde sube a una línea del operador ferroviario Novatrans, perteneciente al mismo grupo francés, con destino final en París. El servicio, que ha resultado afectado temporalmente por la situación derivada de la pandemia, supone sacar unos 30 camiones de la carretera mensualmente. La transitaria utiliza con regularidad servicios ferroviarios desde Silla (Valencia) y Constantí (Tarragona) con destino sobre todo a Francia, Benelux y Alemania. Para las operaciones ferroviarias desde Barcelona, opera como con el nuevo servicio de pulverulentos, saliendo desde Perpiñán en las líneas de Novatrans a otros destinos.
El transporte por carretera es su principal actividad, sobre todo internacional de productos químicos, como transitaria. Además, Coma y Ribas es agente de aduanas, consignataria y estibadora de graneles sólidos, sin terminal propia, en el puerto de Barcelona, así como operador logístico. El 54 por ciento de su volumen de negocio lo aporta su actividad transitaria, el 18 por ciento la portuaria y el 28 por ciento las restantes actividades. Registró un volumen de negocio de 19 millones de euros en 2019, según datos de la compañía, frente a los 16,85 millones de 2018.