El efecto de los temporales provocó, en parte, que el sistema portuario español cerrara enero con un retroceso del 6,4% de los tráficos, hasta los 43 millones de toneladas de mercancías canalizadas.
El sistema portuario español ha comenzado el año con el pie izquierdo. Los puertos de interés general movieron un total de 43 millones de toneladas de mercancías en enero, lo que supone un descenso del 6,4 por ciento respecto al mismo mes de 2024.
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El año “ha comenzado con cierta debilidad, efecto en parte de los temporales que han afectado a las costas españolas durante el mes de enero, provocando cierres puntuales de algunas terminales e imposibilidad para los buques de acceder”, argumenta Puertos del Estado a través de un comunicado. El sistema portuario cerró el pasado ejercicio con 557,7 millones de toneladas y un crecimiento del 2,7 por ciento en relación a 2023.
La mercancía general registró en el primer mes del año un incremento del 1,7 por ciento, hasta los 21,7 millones de toneladas, creciendo más la convencional, el 3 por ciento, que la carga en contenedor (+1,2 por ciento). Este tráfico saldó enero con 1,4 millones de TEU y un avance del 2,9 por ciento. En este tipo de flujos, se ha producido “un aparente cambio en la tendencia de los TEU en tránsito”. Y es que tras un ejercicio donde el transbordo se disparó el 15,1 por ciento, por el desvío de tráficos por el cabo de Buena Esperanza, debido al conflicto en el mar Rojo, el año comienza con un descenso del 2,3 por ciento de estos flujos, hasta los 735.316 TEU. En cambio, la importación y la exportación han aumentado el 10,5 por ciento, con 502.178 TEU, mientras que el resto, origen/destino nacional, creció el 5,4 por ciento (8.629 TEU).
Los graneles sólidos profundizan en este comienzo de año la tendencia a la baja ya registrada en 2024 (-6,4 por ciento), con un descenso del 18,3 por ciento, hasta 6,18 millones de toneladas, lastrados por la caída de los cereales (-41,9 por ciento) y del carbón (-29,7 por ciento). Por su parte, los graneles líquidos también retrocedieron, el 10,8 por ciento, hasta 14 millones de toneladas, por el descenso del tráfico de petróleo y sus derivados.