Una afiladísima espada de Damocles en forma de multas millonarias se cierne sobre el transporte, que continúa en el punto de mira de Economía por prácticas anticompetitivas, consistentes en acuerdos para la fijación de precios o de otras condiciones comerciales o de servicio.
El caso más sonado hasta la fecha en el sector ha sido la sanción de cerca de 15 millones de euros impuesta por la Comisión Nacional de la Competencia a las asociaciones de transportistas Transcont Barcelona -cuya ex cúpula se enfrenta ahora, además, a una condena de 31 años de cárcel por los delitos de asociación ilícita y extorsión continuada- y ALTC por su participación en el cártel de transportistas de contenedores del puerto de Barcelona.
‘Pecata minuta’ en comparación con la multa millonaria, que podría alcanzar los 90 millones, a la que se enfrentan diez transitarias investigadas por la CNC por fijar precios en sus actividades de transporte por carretera. Según ha podido saber este periódico, la Dirección de Investigación ha terminado ya la instrucción y califica de “muy graves” las prácticas atribuidas a estas diez compañías. Pero, ¡eso no es todo, aún hay más!.
El órgano regulador que preside Luis Berenguer acaba de abrir expediente sancionador contra el sindicato Sintrabi y 25 empresas de transporte por carretera tras observar “indicios racionales” de la existencia de un cártel camionero en el puerto de Bilbao, prácticas similares a las ya analizadas por el entonces Tribunal de Defensa de la Competencia, que impuso en 2001 a Sintrabi una multa de 1,26 millones, y muy parecidas al caso ya mencionado de Transcont Barcelona y ALTC.
Además, hay otro expediente abierto a cinco navieras que operan en el Estrecho por fijar precios en la línea entre Ceuta y Algeciras en el puente de Semana Santa de 2008. Vamos, que el sector del transporte ya puede andar con pies de plomo y velar por la libre competencia, porque la espada de Damocles sigue colgada.