Mirar sin ver  | 

Conspiración

A ver si detrás de todos esos conflictos hay una conspiración puramente económica

No me gustan las armas, siquiera las de juguete. Maldigo las guerras y a sus instigadores. Eso no significa que no se les pueda dar un uso adecuado, incluso preservar la paz. Ergo no es menos cierto que también haya que transportarlas con una logística adecuada, segura y más OEA o Trust & Check que nunca. En esta mercancía se deben utilizar los más serios y confiables para las administraciones correspondientes, operadores logísticos e ídem con los medios de transporte adecuados en cada caso, siendo tierra, mar, ferrocarril, aire o combinación de todos o parte de ellos.

Con el fin de poner en contexto de qué producción e importes estamos hablando, vamos a poner en orden esos países de origen. El Top 10 (2023) lo ocupan: Estados Unidos, Francia, Rusia, China, Alemania, Italia, Reino Unido, España e Israel. Quizás algunos nos puedan parecer de dudosa reputación, mientras otros no lo son y más nos vale que así los sigamos considerando, habida cuenta de las distintas administraciones que los gobiernan. Hasta no hace muchos años, se estaba generalizando la reducción de inversión en esta industria, muy a pesar de esa organización del norte del océano atlántico. Y de repente ¡cataplum!, se lía entre el jinete de osos, el comediante, al que se le añaden los fronterizos de medio oriente y acaba rematando la “faena” el naranjito del oeste.

Entre todos, incluso los más progresistas, consideran necesario doblar o triplicar la inversión, sin tener claro si es para fomentar la paz o impulsar lo contrario. Lo que, si es bien cierto, es que los tops operadores logísticos corren a habilitar su homologación para esta logística, si es que no la tienen ya. Y los productores, esbozan una ligera y discreta sonrisa en la comisura de sus labios.

A ver si detrás de todos esos conflictos, incluidos los que atacan buques, para que hagan travesías más largas y con más barcos, a cuenta del ascenso de los fletes, hay una conspiración puramente económica, aunque eso solo sucede en la ficción. “Cuando veas la sangre correr por las calles, es tiempo de comprar propiedades” (Barón de Rothschild – Siglo XVIII).

Miguel Rocher

mrocher@operinter.com