El puerto no utilizará el espacio liberado por la estibadora para el tráfico de contenedores.
El grupo Contenemar, cuyas principales empresas están en concurso de acreedores, ha cerrado la terminal de contenedores La Candelaria del puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde en los últimos meses operaba un único buque. La Autoridad Portuaria no destinará la concesión de La Candelaria al tráfico de TEUs
Contenemar ha echado el cierre a su terminal de contenedores La Candelaria del puerto de Santa Cruz de Tenerife. La estibadora operaba un único buque desde principios de año, el “Clara del Mar”, que ahora trabaja en la terminal pública Capsa de la dársena, según fuentes de los trabajadores. La Candelaria ha presentado un ERE de extinción de empleo para la totalidad de la plantilla, 25 trabajadores, sobre el que las autoridades laborales no se habían pronunciado al cierre de esta edición. Con las principales empresas del grupo Contenemar bajo la administración concursal o declaradas insolventes, la desaparición de la estibadora, que ya presentó un primer ERE de extinción el pasado verano sobre parte de la plantilla, era una muerte anunciada.
Otras tres terminales del grupo Contenemar, Estibadora de Ponent (Barcelona), Terminales del Turia (Valencia) y Terminal de Contenedores de Vilagarcía, han presentado concurso de acreedores, que no es el caso, hasta la fecha, de La Candelaria. La estibadora “debe un mínimo de dos mensualidades a todos los trabajadores y a algunos hasta ocho o diez meses”, según fuentes de los trabajadores.
La Candelaria está en el puerto de Santa Cruz de Tenerife desde la década de los 80. Cuenta con una concesión de 56.000 metros cuadrados de superficie en el dique de Los Llanos. En la época de vacas gordas llegó a mover hasta el 40 por ciento del tráfico de TEUs de la dársena. En 2007, “operábamos una media de seis barcos a la semana y se hacían hasta 700 turnos mensuales de la sociedad de estiba”.
El 90 por ciento de los barcos eran de la propia Contenemar y como único cliente externo tenía OPDR Canarias que, a su vez, explotaba en joint service con la naviera de Andrés Seguí el servicio entre Sevilla y el Archipiélago. La concesión de la estibadora finaliza en julio de este año. Fuentes de la Autoridad Portuaria han señalado que el espacio ocupado por La Candelaria no se destinará al tráfico de contenedores, que se concentrará en el dique del Este, infraestructura que está en fase de ampliación, donde se ubica la terminal pública.
El dique de Los Llanos “no reúne las condiciones para este tráfico al tener un calado de ocho metros, lo que dificulta la operativa de los grandes portacontenedores”, según estas fuentes. El uso que se dará al espacio que ocupa actualmente la concesión “todavía no está definido”. Una vez culmine la ampliación del dique del Este, tras el verano, la dársena tendrá capacidad para mover 800.000 TEUs.
La ampliación consiste en ganar 103.000 metros cuadrados de explanada y 690 metros de línea de atraque con un calado de 16 metros. Las obras de ampliación suponen una inversión de 35 millones de euros, cofinanciados con fondos comunitarios. De cumplirse las previsiones, la Autoridad Portuaria sacará el concurso para adjudicar la nueva terminal antes de que acabe el año.