Correos ha repetido la estrategia que viene adoptando en los últimos años de anunciar pérdidas millonarias que luego la realidad se empeña en desmentir. De cara al ejercicio 2011, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) reflejan unas pérdidas para el consolidado del grupo Correos (Correos y Telégrafos, Chronoexprés, Correo Híbrido y Correos Telecom) de 84,24 millones de euros, lo que ha provocado la incredulidad del sector privado.
Y es que en los dos ejercicios anteriores la pública ya presentó unos presupuestos en la misma línea de pérdidas millonarias que posteriormente no se han cumplido. En concreto, para 2009 el grupo Correos presupuestó unas pérdidas de 63 millones de euros que en la realidad se transformaron en 2,96 millones de beneficio. A su vez, para el presente 2010 se presupuestaron pérdidas de 150 millones de euros que tres meses antes de finalizar el ejercicio se han evaporado casi totalmente, al rebajarse ahora hasta los 3,78 millones.
Para las privadas, es obvio que el nuevo anuncio tiene toda la pinta de mantener esa misma línea. Pero, ¿qué se esconde detrás de esta estrategia? Desde las empresas que integran la patronal Asempre lo tienen claro, “la política de victimismo” que ha adoptado Correos tiene que ver “con un intento de mantener los privilegios y prebendas de los que viene disfrutando la pública históricamente”.
Este anuncio coincide con la inminente aprobación de la Ley Postal para la transposición de la Directiva europea, cuyo reciente proyecto de ley ya contemplaba el mantenimiento de privilegios para Correos, según denuncia Asempre.
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