Sin cuentas desde 2005, no se le conoce sede ni proveedores, y sus camiones de piedra no pasaron por el control de la dársena.
Coterras, suministradora de la UTE liderada por FCC y Ferrovial que ejecutó un dique en el puerto de Barcelona, se ha convertido en una empresa fantasma en el presunto fraude que la Fiscalía investiga en la ampliación de la dársena. No presenta cuentas desde 2005, se desconoce su sede y proveedores, y no consta que sus camiones de piedra pasasen control alguno
Coterras, empresa suministradora de escollera para la UTE liderada por FCC y Ferrovial que ejecutó la ampliación del dique Este del puerto de Barcelona, aportó 860.000 toneladas de material para la construcción de la infraestructura, según la propia UTE. Sin embargo, “no hay constancia de que el volumen de material que se dice aportado coincida en realidad con las cifras que se consignaron como controladas por báscula”, asegura el informe de la Abogacía del Estado, realizado a instancias del puerto, en el presunto fraude que investiga la Fiscalía en la ejecución de la obra.
El pesaje en la báscula es el mecanismo que permite acreditar la cantidad de material aportado a la obra. “Una parte de los camiones que transportaban el material para el dique no fueron objeto de pesaje para su control”, y Coterras “se benefició particularmente de esta falta de control”, añade. Es más, “se ha podido comprobar que las personas encargadas de dicho control incrementaron las cifras de volumen de material pesado en báscula con unas cifras fabricadas ad hoc y que se consolidaban con las anteriores, de suerte que el resultado final no coincidía con el ofrecido en el pesaje. Se ha cifrado este engrosamiento en unas 50.000 tm por certificación de obra mensual”, señala la Abogacía del Estado.
En principio, el control del pesaje de los camiones correspondería a la adjudicataria de la asistencia técnica a la dirección de obras, una UTE entre Sener, Intecasa e Intemac, según fuentes conocedoras del caso, que aseguran que “Coterras se ofreció a las constructoras para aportar escollera”. En concreto, el puerto podría haber pagado un sobrecoste de entre 17,52 y 31,32 millones por 2,3 millones de toneladas de escollera que, al parecer, no se utilizaron. El presupuesto inicial de la obra, que se adjudicó en 2001 y concluyó en 2008, era de 197,28 millones.
También, apunta la Abogacía, “se desconoce la procedencia de los materiales o si Coterras ha podido justificar proveedores que acrediten la escollera servida”. El material venía de más de 10 canteras de los alrededores de Barcelona. Y llegaba en gabarras y en camiones. En el primer caso, procedente del puerto de Vallcarca (Sitges), donde hay una cantera, y del muelle de Inflamables de la propia dársena, donde se construyó un cargadero y el material llegaba por camión. Según las fuentes del caso, la escollera de Coterras se descargaba desde camiones en este muelle y luego se embarcaba en gabarras para su vertido en la obra.
Lo que parece claro, según la Abogacía del Estado, es que muy pocos camiones de Coterras pasaron por báscula. Coterras se constituyó en Barcelona como SL, con 3.010 euros de capital, en abril de 2002, un año antes del comienzo de la obra. La empresa, que no auditó sus cuentas porque no estaba obligada, presentó su último balance en el registro mercantil en 2005. Ese año declaró unas ventas de 2,35 millones (con cero euros en consumos), 1,21 en 2004 y 167.019 euros en 2003.
Su sede estaba en un centro de negocios en Barcelona, pero “hace años que se fue”, señalaron desde el inmueble. En su objeto social reza tráfico inmobiliario y otros servicios de mediación (en transporte). Según la Abogacía, se podrían haber cometido los delitos de falsificación de documento público, fraude, malversación y estafa.
© 2024, todos los derechos reservados.