Iberia sigue manteniendo la hegemonía en el negocio de la carga en los aeropuertos españoles, eso sí, cada vez menos. La aerolínea otrora de bandera ha cerrado un ejercicio más, y ya van unos cuantos, perdiendo tráfico: movió 1.007 millones de toneladas de mercancías por kilómetro el año pasado, el 15,3 por ciento menos que en 2012, según los datos de la propia compañía, que preside desde el 1 de enero Luis Gallego.
Para su socia en IAG, British Airways, tampoco fue un buen año, pero no tan malo, exactamente tres veces menos malo al registrar un retroceso del 5 por ciento, hasta los 4.646 millones de toneladas por kilómetro transportadas.
Las estadísticas de Aena Aeropuertos todavía son más desesperanzadoras. Iberia transportó un total de 121.061 toneladas de mercancías por los aeropuertos españoles en 2013, casi el 22 por ciento menos que un año antes.
En cambio, la segunda del ranking, la integradora European Air Transport, creció el 8,2 por ciento. Y más avanzó la tercera, Emirates, el 20,5 por ciento. Y es que la aerolínea del Golfo es la otra cara de la moneda de Iberia.
Mientras Emirates incrementa frecuencias y rutas desde España, la integrante del holding IAG repliega velas. Y ya se sabe, a menos oferta, menos demanda. Aunque la hegemonía de Iberia en el mercado español ha caído diez puntos desde la fusión con British, la aerolínea lleva perdiendo carga una década, una caída a la que no es ajena la entrada en liza de otras compañías.
A IAG, le debe dar igual que el bulto se transporte en un avión de Iberia o de British. Nuestro problema es que cuando Iberia estornuda, Barajas (y por ende el sistema aeroportuario español) se resfría.