La cura de adelgazamiento a la que el Ministerio de Ana Pastor ha sometido a Aena Aeropuertos para que resultara lo más atractiva posible a potenciales pretendientes ante la proyectada privatización parcial ha dado resultado: el Grupo Aena (aeropuertos y navegación) ha pasado de unas pérdidas de 69 millones de euros en 2012 a un beneficio neto de 715 millones en 2013.
Los gastos de explotación han caído casi el 8 por ciento, hasta los 1.862 millones de euros. El balance de la novia no es menos brillante. Aena Aeropuertos ha entrado en rentabilidad por primera vez desde que se creó alcanzando un beneficio neto de 597 millones de euros frente a las pérdidas de 64 millones de 2012 y de los abultados 215 millones de 2011.
Aena Aeropuertos se constituyó en 2011 para una potencial privatización que acabó frenando el Ministerio de Fomento entonces dirigido por José Blanco. Los gastos corrientes se han reducido más del 8 por ciento en un año y el doble en dos, de los 1.587 millones de euros de 2011 a los 1.332 millones del año pasado.
En el mismo periodo, el resultado bruto de explotación de Aena Aeropuertos ha crecido en 727 millones de euros, hasta los 1.610 millones, mientras que el flujo de caja generado ha pasado de un valor negativo de 511 millones de euros en 2011 al positivo de 847 millones el año pasado.
A pesar de estos buenos resultados, Aena Aeropuertos carga con una pesada mochila de 11.394 millones de euros de deuda. Independientemente de este pasivo, es una lástima que la cura de adelgazamiento no sirva para neutralizar los rojos números de Renfe Mercancías, también con el anunciado cartel de privatización parcial.