No descarta el proyecto de situarse en Rusia con planta propia.
Es posible que nunca llegue a saberse si la sorprendente presencia de Sergey Kogogin, director general del grupo ruso Kamaz, en la jornada que cada dos años organiza la Asociación de Fabricantes Alemanes de Vehículos (VDA), un par de meses antes de la celebración del Salón de Hanóver, fue aprovechada por Daimler para iniciar una negociación para la compra del 42 por ciento del constructor ruso de camiones o si, mucho más probable, fue la presencia de Kogogin en Alemania la que se aprovechó para invitarle a participar en la jornada de la VDA. Lo cierto es que, una semana después de la conferencia de Kogogin ante un par de centenares de periodistas llegados a Francfort de todo el mundo, se ha sabido que Daimler está tratando de hacerse con un importante paquete de acciones del mayor fabricante ruso de camiones.
En realidad, lo que ha hecho Daimler es ponerse en contacto con Troika Dialog, un banco ruso de inversiones para hacerse con el 42 por ciento de Kamaz que éste controla, una operación que en medios financieros europeos se estima que podría suponer a los alemanes el desembolso de 1.300 millones. No obstante, Daimler no ha abandonado su proyecto ya anunciado de construir su propia fábrica de camiones en suelo ruso. A final de año se decidirá si se opta por una u otra alternativa. Troika Dialog había sacado a la venta su paquete del 42 por ciento de las acciones de Kamaz en el mes de junio último.
La entrada en negociaciones con Kamaz podría estar motivada por un deseo de los alemanes de entrar cuanto antes en el aún boyante mercado ruso de vehículos industriales, ante el temor de que la ahora tremenda demanda de camiones que allí existe pueda debilitarse hasta niveles normales -como auguran algunos especialistas- en el plazo de unos pocos años, que serían los que tomaría a Daimler levantar su propia factoría. Otros fabricantes europeos también manejan la alternativa de una fábrica propia en Rusia: Volvo ya ha acometido el proyecto y Scania, como Daimler, han anunciado su intención de hacerlo.
Por su parte, MAN ha preferido abastecer el mercado ruso desde Polonia. La demanda rusa de camiones ha crecido enormemente por el “boom” de la construcción de infraestructuras, prediciéndose aún aumentos anuales del 20 por ciento en años inmediatos. Como consecuencia de ello, las importaciones de camiones nuevos y usados procedentes de Europa occidental han crecido mucho, alcanzando casi 19.500 unidades sólo en 2007. Kamaz, que controla el 30 por ciento de la demanda rusa de camiones, tiene una considerable participación estatal de la que viene intentando deshacerse desde hace algunos años.
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