De Rijke Transportes & Logística España, filial del grupo holandés, ha incorporado sus dos primeras cisternas propias para operar desde la Península, a principios de este año. Aunque la compañía sí contaba con cabezas tractoras, tenía todas las cisternas subcontratadas. Esta maquinaria ha supuesto una inversión “de unos 650.000 euros”, señala Mike Schreuders, director general de De Rijke Transportes & Logística España, especializada en el transporte de líquidos.
La compañía ha conseguido dos certificaciones sanitarias, lo que supone una ampliación de su oferta de servicios. Ha obtenido la autorización para el transporte de aditivos que se utilizan para la elaboración de piensos animales. Además, su plataforma ubicada en la provincia de Barcelona (Barberà del Vallés) tiene la certificación para la manipulación y posterior transporte de productos para la industria alimentaria.
Con ambas certificaciones, “nos hemos ajustado a la actual normativa vigente”. Aunque la compañía ya cuenta con clientes a los que presta los servicios certificados, su actualización “nos da un argumento de venta para ampliar nuestra cartera”, añade el directivo. El sector químico es el principal cliente de De Rijke Transportes & Logística España, que desembarcó en 1998 en nuestro país. A este sector pertenece Solvay, que recientemente ha incorporado a su cartera de clientes. Cuenta con 6.000 metros cuadrados de almacenes para desarrollar tareas logísticas.