La crisis económica se ha cebado especialmente con las empresas que decidieron que sus cadenas de suministro debían ser flexibles y adaptables a los deseos individuales del consumidor. El mayor exponente de esta política en el sector de la informática es Dell y su modelo de suministro de ordenadores a la medida y a domicilio. Si este modelo de negocio elevó a la empresa estadounidense al primer puesto del sector, en tiempos de crisis ha sido superada por los estilos más reactivos de sus competidores Hewlett Packard, IBM y los nuevas actores chinos.
Dell va aumentar el número de ordenadores portátiles que fabrica en Asia y que transporta por mar de un 20 por ciento este año, a un 70 por ciento en 2013. Este modelo ha generado un beneficio de 28 millones de euros.
También implica un cambio hacia la fabricación y venta de unidades más preconfiguradas, lo que le permitirá reducir la complejidad de su cadena de suministro, los costes de transporte aéreo, y el número de piezas únicas. Para un cliente europeo o de Oriente Medio, esto implica un ahorro de 32 euros por ordenador. Para ello, la empresa informática ha desarrollado herramientas de predicción de la demanda que hasta ahora, con su modelo de fabricación a la medida y contra pedido, no tenían tanta entidad.