La voz del transporte de mercancías por carretera se encuentra diluida en un mar de siglas y así es muy difícil hacerse escuchar. Es necesario simplificar el actual mapa asociativo y aunar posiciones si el sector quiere, de verdad, ser más eficiente y competitivo.
Tras el fracaso estrepitoso del Comité Nacional, cada vez más alejado de la realidad y condenado a morir de inanición, la CEOE parecía el único camino capaz de aglutinar los intereses generales del sector.
Sin embargo, las esperanzas puestas en el rescatado Consejo del Transporte de la gran patronal, que va camino de convertirse en una burda réplica del Comité, empiezan a desvanecerse al quedar patente la inexistencia de un plan de acción conjunto, que, a su vez, ha dejado al descubierto una lucha encarnizada entre los principales protagonistas del sector.
En este escenario de desunión va tomando cuerpo la nueva patronal ‘Opera’, liderada por los operadores logísticos -Lógica-, y de carga fraccionada -Aecaf-, que también tendrá en sus filas a los couriers internacionales -Aeci-.
Este proyecto estará abierto, además, a la incorporación de otras patronales con intereses en el sector. De hecho, se contactó con otras organizaciones, como AEM (mensajería), y Feteia (transitarios), para sumarse al proyecto, pero declinaron su participación.
Es cierto que esta fusión, que ya ha inciado su cuenta atrás, no deja de ser sólo un pasito hacia la modernización del sector, y que se necesitan muchos más, pero este es el camino para hacer llegar una ‘voz común’. Hoy por hoy, no tiene ningún sentido la existencia de un sinfín de siglas para representar, en muchos casos, a los mismos socios en distintos foros.