El sector del transporte madrileño ha denunciado el incremento del número de transportistas ilegales principalmente en la actividad de distribución urbana, en especial en las inmediaciones de los grandes centros comerciales.
Los principales perjudicados son los transportistas legales que trabajan en estos centros que incluso se han visto amenazados y en algún caso han sufrido alguna agresión, según denuncian desde distintas asociaciones de autónomos. La consecuencia es que muchos transportistas legales se están viendo obligados a abandonar este tipo de transporte.