El organismo manipuló el pasado año más de 400.000 tm, con un crecimiento del 12,7%.
El Depósito Franco de Bilbao reforzará su actividad con la puesta en marcha de una nueva nave de 8.710 metros cuadrados en el puerto para el almacenamiento de siderúrgicos y metales no férricos, que podría estar operativa a finales de año. El organismo movió más de 400.000 toneladas en 2011, con un crecimiento del 12,7 por ciento.
El Depósito Franco de Bilbao reforzará la capacidad de almacenamiento de sus instalaciones con una nueva nave de 8.710 metros cuadrados para la manipulación de productos siderúrgicos y metales no férricos, según confirmaron a este periódico fuentes de la entidad. El plazo de ejecución de las obras es de cinco meses, por lo que la nave podría estar operativa a finales de año.
La instalación se levantará en la explanada habilitada recientemente para el tráfico de palanquilla, en la alineación tercera del Muelle Reina Victoria del puerto de Bilbao, que cuenta con la homologación de la bolsa londinense de metales (London Metal Exchange), para este comercio. Los mismos interlocutores subrayaron que el nuevo almacén permitirá sumar nuevas mercancías en esta zona portuaria, que requieren superficie cubierta para su almacenamiento, lo que permitirá incrementar la actividad del organismo. En 2011, el Depósito Franco recibió la entrada de 201.292 toneladas y gestionó un tráfico superior a las 400.000 toneladas, una vez sumadas las salidas de mercancías, lo que supuso un aumento del 12,7 por ciento (ver gráficos adjuntos).
Por grupos de mercancías, los productos siderúrgicos representan más del 60 por ciento de las entradas de mercancías, con un total de 123.285 toneladas. A continuación, aunque a cierta distancia, se encuentran los aceites, con un peso del 18,4 por ciento sobre el volumen total de entradas a las instalaciones del Depósito, y los metales, con una cuota próxima al 15 por ciento.
El organismo, además, ha obtenido recientemente de la Agencia Tributaria la acreditación como Operador Económico Autorizado de protección y seguridad. Se trata del máximo grado de certificación concedida y permite al Depósito situarse en una posición competitiva, señalaron las mismas fuentes. Entre otras ventajas, la certificación OEA permite reducir los controles físicos y documentales de las aduanas o tener un tratamiento prioritario en la realización de controles adicionales. El Depósito Franco de Bilbao dispone actualmente de diez almacenes polivalente con una superficie conjunta de cerca de 27.200 metros cuadrados, de los cuales 1.785 metros cuadrados son descubiertos.