La mejora de la situación se nota, aunque sigue pendiente la medida más eficaz, los aparcamientos vigilados para disuadir a los ladrones, asegura la patronal de Gerona.
Las denuncias por robos a los transportistas en las inmediaciones al paso fronterizo de La Junquera (Gerona) han descendido el 23 por ciento en los primeros diez meses del año. Hay más vigilancia policial, y se nota, asegura el sector. Aunque, sigue pendiente la medida más eficaz de todas, aparcamientos seguros en este punto caliente
Las inmediaciones al paso fronterizo de La Junquera (Gerona), por donde circulan diariamente entre 8.500 y 12.000 camiones, sigue siendo un punto caliente de robos a los transportistas por la alta concentración de vehículos, especialmente los fines de semana, y por la prácticamente inexistencia de aparcamientos vigilados. No obstante, el pillaje ha descendido en lo que va de año, según datos de los Mossos d’Esquadra. Hasta octubre, se habían presentado 500 denuncias por robo de carga, de gasóleo o de tarjetas de combustible u otros objetos sustraídos de las cabinas, el 23 por ciento menos en comparación con los primeros diez meses del año pasado.
Los casos resueltos por la policía autonómica aumentaron el 185 por ciento en este periodo. Este resultado se debe a que “hemos incrementado los efectivos uniformados y de paisano”, señala el inspector Alfons Sánchez. De una única patrulla para vigilar La Junquera y alrededores, han pasado a dos o tres, según la franja horaria. Además, los Mossos han mantenido reuniones con responsables de gasolineras de la zona “para sensibilizarles de que establezcan más filtros para detectar tarjetas de combustible robadas”, que es el delito más común. “Se está notando que hay más presión policial”, señala Carles Palacio, secretario general de la patronal del transporte de Gerona, Asetrans.
Ahora, “hace falta más contundencia judicial” y, especialmente, “aparcamientos seguros”. De la docena de parkings que hay en la zona, exclusivamente uno tiene todas las medidas de seguridad disuasorias para evitar el pillaje. Otro aspecto importante es la propia seguridad de los vehículos. Los Mossos hicieron una clase práctica a la directiva de Asetrans sobre lo sumamente fácil que resulta abrir la puerta de un camión “para que se lo transmitan a los fabricantes”, señala el inspector. Un simple tornillo basta para extraer el bombín (en la foto) de la cerradura de la puerta. “Resulta paradójico que sea más fácil abrir la puerta de un camión, que puede costar entre 80.000 y 100.000 euros, que la de un turismo”, añade Palacio.
Cada nacionalidad especializada en un tipo de delito
Entre el 80 y el 90 por ciento de las denuncias que reciben los Mossos d’Esquadra en la zona de La Junquera son robos forzando una puerta de la cabina del camión para acarrear lo que encuentran de valor. Hay camioneros que se lo ponenmuy fácil al caco de turno y dejan a la vista la tarjeta de carburante o el móvil, alertan los Mossos. La tipología de delincuente de este tipo de delitos es de entre 25 y 45 años, de algún país de la antigua Yugoslavia y hay numerosos ex camioneros. Los robos de la carga son menos frecuentes cerca de la frontera. Son los protagonizados por los teloneros: bandas organizadas formadas, generalmente, por marroquíes y autóctonos procedentes de la provincia de Barcelona, que suelen vender el material sustraído en losmercadillos del área metropolitana de la capital catalana. El tercer delito más denunciado es la sustracción de gasóleo. Los rumanos son los expertos en esta fechoría. Los hay tanto camioneros que lo hacen para repostar su propio camión como no chóferes que venden el combustible a otros transportistas. Todos tienen el denominador común de la reincidencia.