Podría afectar a la entrada en Bolsa de la alemana, prevista para finales de octubre.
El ferrocarril alemán (Deutsche Bahn) investiga un desfalco de entre 40 y 50 millones de euros en la contabilidad de Schenker Bélgica, que se remontaría a varios años atrás. El escándalo llega en el peor momento, pues la compañía que dirige Hartmut Mehdorn se prepara para la salida a Bolsa del 25 por ciento de sus acciones
El operador logístico y transitario alemán Schenker ha revelado recientemente el descubrimiento de un fraude interno a gran escala en su filial de Bélgica. La división de auditoría interna de Deutche Bahn, empresa matriz de Schenker, investiga actualmente la falsificación de la contabilidad de la división, con el fin de ocultar pérdidas por valor de 40 a 50 millones de euros (según las primeras estimaciones). El director de las investigaciones, Wolfgang Schaupensteiner, ha señalado que “la dirección de Amberes debe explicarnos qué ha pasado con las cantidades detectadas que no han sido contabilizadas”.
Un auténtico jarro de agua fría y un pésimo mensaje a un mercado que se prepara para recibir, en el mes de octubre, la cotización en Bolsa del ferrocarril alemán. La oferta pública de venta afecta al 25 por ciento de las acciones de Deutsche Bahn y de su división de logística y tránsito internacional, DB Mobility Logistics AG, en la que se encuentra Schenker. Según la empresa alemana, el incidente ya está reflejado en las cuentas del primer semestre de 2008. De hecho, Norbert Besel, director de la unidad de transporte y logística de DB Mobility Logistics, asegura que: “Nuestros clientes no se han visto afectados en ningún sentido por los daños. Nuestra política es tolerancia cero, sin importar el estatus o posición de la persona responsable”.
Aunque DB señala que sigue investigando el papel jugado por las distintas personas implicadas, la prensa alemana sugiere que el director general financiero de la compañía, que también es responsable de las actividades de Schenker en Bélgica, abandonará la empresa en breve. A mediados de agosto, Hartmut Mehdorn, presidente de DB, presentó los resultados semestrales corporativos y fijó la fecha para la entrada en Bolsa de DB Mobility Logistics: 27 de octubre. El beneficio bruto se elevó a 1.400 millones de euros, frente a los 1.300 millones registrados en el primer semestre de 2007.
El beneficio neto fue de 915 millones de euros, (+5,4 por ciento). La cifra de negocios fue de 16.600 millones, un 8,2 por ciento más, mientras que el tráfico ferroviario de mercancías progresó un 26 por ciento hasta los 197 millones de toneladas (aunque este crecimiento se debe a la integración de Transfesa). Gracias a estos datos, Mehdorn defiende la cotización en Bolsa de la división, aunque también se levanten voces en contra.
Muchos señalan que la influencia de los inversores privados en la gestión de DB llevará al cierre de muchas líneas deficitarias, justo en un momento en el que se aprecia un crecimiento del tráfico de pasajeros tanto en nacional como en internacional debido al aumento del precio de los combustibles. Ademáss, Schenker ha sufrido el descenso de las importaciones alemanas, sobre todo de las procedentes de Asia. Un factor positivo: el elevado precio del combustible está llevando muchas cargas del aéreo al marítimo.