Oriol Hernandez i Fajula i Màrius Montmany. Co-fundadores de REVER
La simplificación de las devoluciones desempeña un papel fundamental en la eliminación de barreras para futuras compras
En la actualidad, se ha evidenciado un gran incremento en las transacciones comerciales llevadas a cabo en el entorno digital, una tendencia que no solo se ha consolidado, sino que continúa en constante crecimiento. La conveniencia, disponibilidad y rapidez inherentes a la experiencia de compra en línea superan con creces los métodos tradicionales que implican desplazamientos hasta los establecimientos físicos.
La penetración del comercio electrónico ha experimentado un aumento significativo en los últimos dos años, impulsado en gran medida por el impacto de la pandemia de la COVID-19. En el año 2021, las ventas globales alcanzaron la cifra notable de 4,54 billones de euros en todo el mundo. Sin embargo, todavía hay mucho espacio para crecer y muchos sectores a los que llegar, y se espera que las ventas lleguen hasta los 6,912 billones de euros en 2025.
El crecimiento del e-commerce conlleva un aumento de las devoluciones. Durante el 2021, en algunos mercados, la tasa de devoluciones alcanzó el 30 por ciento de las compras totales, generando un mercado de devoluciones que superó los 460.000 millones de euros. Este incremento plantea desafíos que pueden afectar tanto a la satisfacción del consumidor como a la reputación de la marca. Los principales desafíos incluyen la falta de optimización en los procesos de devolución, problemas en los envíos y retrasos en los reembolsos, así como la falta de transparencia en las políticas de devolución de las empresas. La gestión inadecuada de la logística inversa puede tener un impacto negativo en la experiencia del cliente y, en consecuencia, en la fidelidad hacia la marca.
Para abordar estos desafíos, se entrevé un futuro cercano en el que las empresas puedan implementar soluciones innovadoras que optimicen sus operaciones, impulsen el crecimiento de los ingresos y mejoren la experiencia del cliente.
Entre estas soluciones, la flexibilidad juega un papel crucial, con una creciente demanda de opciones personalizadas, como distintos métodos de pago y formas de devolución.
La automatización de los procesos logísticos, como la gestión de aduanas y el análisis de datos, también se presenta como una estrategia clave. Mediante el uso de herramientas analíticas y algoritmos, los minoristas pueden obtener información valiosa sobre los patrones de devolución y las preferencias del cliente, lo que les permite optimizar sus operaciones y enfocarse en aspectos más estratégicos del negocio.
La simplificación de las devoluciones desempeña un papel fundamental en la eliminación de barreras para futuras compras, aumentando las tasas de conversión y fortaleciendo la posición competitiva del sector. Además, la implementación de soluciones eficientes en devoluciones contribuye a reducir la huella medioambiental asociada a este proceso, reflejando un compromiso con la responsabilidad social y la sostenibilidad.
En resumen, el futuro de la logística inversa en el comercio electrónico se centra en la eficiencia, la sostenibilidad y la mejora continua de la experiencia del cliente a través de la innovación tecnológica y estratégica. Para mantenerse competitivas, las empresas de e-commerce deben adaptarse a estos retos y desafíos, ofreciendo una experiencia de compra de alta calidad y añadiendo valor en comparación con sus competidores.