Al cierre de la presente edición, la llamada al paro convocada por parte del personal de DHL Supply Chain en las factorías de Jaguar Land Rover (JLR) en Reino Unido suponía un serio revés para el desarrollo normal de este contrato logístico, según ‘Transport Intelligence’. La disputa en las plantas de ensamblaje de JLR gira en torno a las diferencias salariales entre los trabajadores contratados por la automovilística y aquellos contratados por DHL Supply Chain.
Las operaciones logísticas en JLR son uno de los más ambiciosos contratos suscritos por DHL Supply Chain, puesto que la compañía opera como proveedor logístico en exclusiva, lo que comprende casi todos los procesos logísticos dentro y fuera de las tres plantas de ensamblaje de la automovilística. Según los sindicatos, los empleados de DHL Supply Chain están trabajando junto a los de JLR, a menudo realizando tareas similares y, a pesar de ello, la fuerza de trabajo del operador logístico obtiene un salario inferior y posee una menor seguridad laboral respecto de los demás trabajadores de la factoría.
Como consecuencia de ello, los sindicatos reclaman subidas salariales de doble dígito para el personal de DHL Supply Chain. El asunto de las diferencias en las condiciones y los salarios entre los empleados de los fabricantes de coches y sus proveedores resulta un problema muy familiar en sector de la automoción. De hecho, su origen reside en la necesidad de mantener controlados los costes salariales de los empleados de la línea de montaje contratados por los fabricantes de automóviles.
En todo caso, es un problema significativo para los proveedores de servicios logísticos más sofisticados que aspiran a ocupar un lugar central en el montaje de automóviles. Si DHL Supply Chain no logra contener el problema, ello podría sembrar de dudas el futuro a largo plazo para tales contratos.