La escalada del combustible, partida que supone entorno al 30% de los costes del transporte por carretera, parece no tener fin
Pintan bastos en el transporte de mercancías por carretera. La escalada del precio del combustible, partida que supone entorno al 30 por ciento de los costes de la actividad, parece no tener fin. Solo en los cinco primeros meses de este año, la subida del gasóleo supera el 35 por ciento, poniendo al sector contra las cuerdas. La bonificación de 20 céntimos por litro, medida activada por el Gobierno de Pedro Sánchez en abril, y que ahora se prorroga hasta finales de año, hace tiempo que ha sido absorbida por el mercado. Una coyuntura realmente complicada, por lo que no es de extrañar que el Comité Nacional, máximo órgano consultivo y de interlocución sectorial, esperase más del nuevo plan anticrisis. Pero no. Se ha quedado corto. Y es que no recoge algunas de sus reivindicaciones, como la de ampliar otros 20 céntimos la bonificación a los transportistas a través de un mecanismo equivalente al de la devolución del gasóleo profesional, incluyendo a los vehículos de hasta 7,5 toneladas, y una ayuda directa de 1.250 euros por camión y 500 euros por furgoneta.
Sin embargo, y es de aplaudir, ha prevalecido el sentido común, que no siempre es el más común de los sentidos. Los transportistas, incluso Plataforma, organización minoritaria convocante del paro de marzo, han decidido dar un voto de confianza al Ministerio de Transportes, que se ha comprometido a poner en marcha un paquete de ayudas específicas para el sector en un plazo de dos semanas.
Sin duda, faltan muchas cosas por mejorar y es muy difícil, por no decir imposible, hacer un traje a medida, porque cada empresa, o autónomo, es de un padre y una madre, por lo que nunca se va a poder contentar a todo el mundo. Pero, la solución ha de venir del diálogo, la negociación y el trabajo. Las prisas no son buenas consejeras y los atajos no son siempre más cortos. Toca seguir rodando y aportando ideas.
Alfonso Alday
a.alday@grupoxxi.com