Un incendio calcinó a finales de julio dos camiones de TCC 2004 y causó considerables daños a otros dos de la misma compañía de transporte de contenedores que estaban estacionados en el puerto de Barcelona. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil mantenía abierta la investigación, aunque todos los indicios apuntaban que este incidente fue provocado.
De hecho, empresarios del sector mostraron su malestar por los continuos sabotajes que tienen lugar en la dársena, que dejan al descubierto que “la guerra por el control del transporte en los muelles continúa abierta”. El incendio se produce, además, en un momento crítico para el sector debido a la brusca caída de la actividad, lo que ha provocado que cerca del 16 por ciento de la flota de las empresas que operan en el puerto de Barcelona esté parada.