El bufete británico especializado en el mercado del contenedor marítimo defiende que el año que viene no se reproducirá el fuerte aumento de las tarifas registrado en 2010.
Si los armadores consiguen mantener una buena relación entre su oferta de capacidad y la demanda, que progresa ligeramente, viviremos un periodo relativamente largo de estabilidad en el mercado del transporte marítimo de contenedores. Esta es la principal conclusión de la decimoprimera edición del informe anual de Drewry Shipping
Drewry Shipping Consulting ha presentado recientemente su informe anual “Container Market Review & Forecast”, en el que la principal conclusión es que los armadores se han reestablecido de la crisis mucho antes de lo previsto. Los investigadores británicos defienden que la razón de esta milagrosa recuperación está en la adaptación de la capacidad a los volúmenes, a través del desarme en masa de buques y de las prácticas de “low steaming”.
Ahora la pregunta clave es qué ocurrirá a medio y largo plazo. Para los próximos cincos años, Drewry pronostica un crecimiento medio del 7 por ciento de los volúmenes transportados, lo que debería garantizar un periodo largo de estabilidad relativa. Este dato no es malo, pero a Drewry le preocupa que cada vez hay más armadores que quieren poner en servicio más barcos de más de 10.000 TEUs en los próximos años.
Según el autor del informe, Neil Dekker, los armadores reaccionarán correctamente en el caso de que aparezca de nuevo la sobrecapacidad, pues han aprendido a lo largo de 2009 que el desarme de buques da buenos resultados. De hecho, hoy las compañías están desarmando de nuevo debido a que las importaciones chinas disminuyen en los meses de invierno. A principios de octubre, Alphaliner reportaba el desarme de 132 barcos con una capacidad total de 243.000 TEUs, lo que corresponde al 1,3 por ciento de la capacidad mundial. A mediados de septiembre, los buques en el dique seco sumaban 224.000 TEUs.
Por otro lado, Drewry constata que ya hay varios armadores que son tan grandes que podrían comprometer la estabilidad del mercado. El impacto sobre la tarifas sería inmediato, a pesar de que estas hayan alcanzado ya el nivel de 2008. Drewry señala que en 2011 no se repetirá un aumento de las tarifas en las rutas Este-Oeste. Asimismo, Drewry señala que las relaciones entre navieras y cargadores han cambiado después de la crisis, ya que las primeras ya no piensan en primer lugar en sus partes de mercado, sino en las eventuales facturas de los contratos y en sacar el mayor rendimiento de sus servicios.
En concreto, esto significa que los cargadores que aportan los mayores volúmenes ya no son necesariamente los mejores clientes, y de hecho los armadores comienzan a apretar las clavijas de dichos cargadores con respecto a la fiabilidad de sus planificaciones.
Un mercado del contenedor más juicioso
Las tarifas de transporte en las rutas entre Asia y Europa sufrirán un descenso del 15 por ciento en el último trimestre del año, y de un 7 por ciento en las rutas transpacíficas, según un informe del gabinete especializado RS Platou Markets. Esta situación no debería ser inquietante, ya que es el resultado de una evolución estacional normal (las importaciones chinas disminuyen drásticamente en invierno).
Los consultores creen que el riesgo de que el mercado vuelva a una situación de caos por la introducción en masa de capacidad suplementaria, lo que provocaría una caída inmediata de las tarifas, esmínimo.
“El hecho de que los armadores hayan retirado capacidad del mercado inmediatamente después de que el descenso de las tarifas semanifestara, demuestra que tienen la voluntad de mantener la rentabilidad antes que mostrarse ambiciosos por retener partes de mercado”.
De hecho, los efectos de la reconstrucción de los stocks se mantienen,mientras que la evolución de la demanda ha sobrepasado todos los pronósticos. Sin embargo, y a pesar de que ningún gran armador quebró durante la crisis, la financiación de las actividades sigue siendo un problema.