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eConfianza, el Hamlet digital de hoy

Para abrazar la cultura digital de transporte, el estudio resalta la ausencia de cooperación y colaboración

Digitalizarnos, o no, esa es la cuestión. ¿Shakespeare tomaría hoy esta frase como la más troncal de su eterno Hamlet? ¿O sólo se dedicaría a repartir culpas? Que si la culpa es de los cargadores porque son los iniciadores del proceso; no, del transportista, que conecta ambos extremos de la cadena logística; no nos olvidemos del operador logístico, invisible con sus cartas escondidas, para no hablar del cliente que está a la espera de que le llegue todo ya decidido, sin olvidarnos del Regulador, que vomita normativa sin fomentar ninguna acción al respecto. Ah! Claro, al final es que la CE con su eFTI van taaaaaaan lentos. ¿En serio? ¿Aquí es donde estamos, después de años de hablar del tema? Le hemos dado ya tantas vueltas al eCMR, que todos los argumentos a su favor han sido amortizados antes de implantar nada: ahorro (evidente), fiabilidad (como no), inmediatez (faltaría más), obtención de datos (obvio), automatización de procesos (indiscutible) ¿Y aún nos faltan más argumentos para lanzarnos a transitar la senda digital del transporte? Incomprensible.

El reciente y completo estudio de Fieldeas & CEL en el que hemos colaborado también los transportistas a través de Astic conjuntamente con los cargadores en nuestras tres capas de actividad: local (Transprime Spanish Shippers’ Council), Europea (ESC) y global (GSA), arroja unos datos que no pueden pasar desapercibidos: el 20% de los encuestados resaltan la falta de armonización internacional en combinación con la falta de información como las principales barreras para adaptarse al cambio digital. Un 61% de las empresas están esperando que el eCMR sea obligatorio, aunque un 55% considera que mejoraría la relación con los clientes; y lo más demoledor es que sólo el 6% de las empresas han adoptado el eCMR para que finalmente el 42% admitan que el CMR tradicional ha causado algunos problemas que estarían más que solventados en su versión digital. Os recomiendo una lectura del estudio, es imprescindible para comprender la realidad digital del mundo de hoy.

Saltemos a las conclusiones, donde reside el verdadero temazo que agrupa todos los argumentos previos y nos enlaza con el eterno hilo argumental de la cadena de suministro¿Confiamos los unos en los otros? Para abrazar la cultura digital de transporte, el estudio resalta la ausencia de cooperación y colaboración. Esta sería la frase del Hamlet de hoy (Confío, o no, esa es la cuestión). Hemos trabajado poco, hasta hoy, en fomentar la cultura de colaboración entre actores que refuerce los pilares básicos de confianza que garantice un mínimo grado básico de certidumbre e infalibilidad entre todas las partes. Y para ello necesitamos acreditar voluntariamente que somos responsables y éticos, como hacemos los cargadores con el Certificado del Cargador Responsable (CCR) y que ha inspirado a Astic para lanzar, con nuestra colaboración, la Certificación del Transportista Responsable (CTR). Todo avanza, todo encaja, todo ilusiona y todo enlaza en la alianza imparable de cargadores y transportistas para acreditarnos de manera mutua en la ética y la confianza que fundamente el pavimento básico, también, de la digitalización.

Jordi Espín

jespin@transprime.es