La patronal, donde conviven flotistas y autónomos, recula en el Comité, tumbando un pacto que había suscrito 24 horas antes.
El ‘ADN’ de CETM, un mar de intereses dispares entre empresas y autónomos, impide que se defina sobre la exclusión de los transportistas del sistema de módulos, que tendrá un fuerte impacto en el sector. La patronal da marcha atrás y rechaza un ‘pacto de mínimos’ alcanzado 24 horas antes en el Comité, donde ostenta la mayoría.
Las asociaciones nacionales de transportistas continúan a la gresca por la expulsión del sector del sistema de tributación por módulos -más ventajoso fiscalmente que la estimación directa-, una medida anunciada en abril por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el marco de las actuaciones previstas para la lucha contra el fraude. El ‘ADN’ de la patronal CETM, un mar de siglas donde conviven grandes y pequeñas empresas de transporte por carretera, agencias, operadores e, incluso, los centros de transporte, impide a la organización empresarial que preside Marcos Montero definirse claramente sobre este asunto.
Un silencio que, a su vez, torpedea cualquier posibilidad de alcanzar un consenso en el seno del Comité Nacional, donde ostenta una posición mayoritaria. Así lo confirmaron a este periódico fuentes de toda solvencia, que criticaron con dureza su “indefinición” entorno a una medida que tendrá un fuerte impacto en el sector, ya que afectará a la casi totalidad de las más de 43.000 empresas de transporte pesado entre uno y cinco camiones, que suponen el 41 por ciento del sector. El último episodio de este culebrón se vivió a mediados del pasado mes de mayo, durante una reunión del grupo de trabajo que analiza el plan de Montoro contra el fraude fiscal.
Tras un “intenso” debate, y ante la imposibilidad manifiesta de alcanzar una posición común, debido a los diferentes intereses que defienden las distintas organizaciones sectoriales, se acordó enviar una carta a la Dirección General de Tributos con un ‘pacto de mínimos’ como punto de partida para profundizar en el citado documento. El escrito, al que ha tenido acceso este periódico, no entraba en la cuestión de fondo de la eliminación del sistema de módulos y simplemente pedía un “período transitorio” para que el transportista, ante una norma de “semejante calado”, pudiese adaptar su organización a la nueva situación fiscal, sobre todo en el marco de la actual coyuntura.
En concreto, el Comité proponía “diferir la entrada en vigor de la norma al 1 de enero de 2016”. Sin embargo, cuando aún no habían transcurrido ni 24 horas, la patronal CETM, de forma “sorprendente”, dio marcha atrás y mostró su rechazo al contenido de la misiva, enviada por el Comité a las organizaciones sectoriales.
Es decir, ‘donde dije digo, digo Diego’. La decisión de la patronal se conoció en el transcurso de una reunión del grupo de trabajo del Comité que analiza el Anteproyecto de Ley para la modificación de la LOTT. Curiosamente, no estaba presente el representante de CETM, Miguel Ángel Valverde, secretario general de la organización, pero sí José María Quijano y Fernando Rodríguez, secretarios generales de Fedat y Conetrans -ésta última buque insignia de CETM-, respectivamente. Sin embargo, las mismas fuentes aseguraron a este periódico que al ser cuestionados por el rechazo de la Confederación al escrito del Comité eludieron dar una respuesta, aduciendo que se trata de una decisión de CETM, no de sus organizaciones.
Los mismos interlocutores avanzaron, en este sentido, que la patronal había decidido no definirse hasta que hubiese una postura clara en el seno del Comité. Finalmente, en la reunión celebrada el pasado 13 de junio, defendió un régimen transitorio de dos años, en base a un número de vehículos y volumen de facturación, que no deja de ser otra manera de ganar tiempo.
Al cierre de esta edición, el Comité habría acordado enviar un nuevo escrito a Hacienda para solicitar una reunión, pero sin manifestar las posturas de las organizaciones, pues no son coincididentes, añadieron las mismas fuentes. La marcha atrás de CETM en mayo pasado, calificada como un “chiste” por varias organizaciones del sector, no ha causado ninguna extrañeza, ya que su composición tan variopinta le impidió posicionarse en uno u otro sentido. Y es que, por un lado, están las grandes empresas, que entienden que se debe eliminar el sistema de módulos, que distorsiona la competencia, como consecuencia de las ventajas de los autónomos a la hora de tributar.
Y por otro lado, están las pequeñas empresas y transportistas autónomos, la mayoría de afiliados en el seno de Conetrans, organización más representativa de CETM, que advierten que la eliminación del sistema de módulos supone un duro golpe en su línea de flotación, que provocará un fuerte incremento de sus costes, inasumible en el actual escenario. Ante esta tesitura, todo parece indicar que CETM y Conetrans continuarán ganando tiempo, mientras el Ejecutivo de Rajoy seguirá adelante con la eliminación de los módulos, con la que Hacienda podría recaudar hasta 500 millones de euros adicionales al año.
Es necesario dar la vuelta al Comité Nacional, como a un calcetín
El Comité Nacional del Transporte por Carretera sigue mandando señales inequívocas de que se ha convertido en un auténtico ‘circo’. Pierde credibilidad a borbotones y pide a gritos un ‘rescate’ para convertirse, de una vez por todas, en el máximo órgano de interlocución del sector ante la Administración para que pueda escucharse su ‘voz’. Y es que las continuas reuniones de trabajo entre las distintas organizaciones sectoriales, que representan intereses dispares, sólo han servido, hasta la fecha, para poner de manifiesto que el Comité es un grupo heterogéneo y poco cohesionado.
Y así es imposible trabajar y sentar las bases de lo que verdaderamente necesita el sector para acometer su modernización y ser más competitivo. Es necesario darle la vuelta, como a un calcetín. De lo contrario, que certifiquen su defunción y tenga una muerte digna. Y no basta conmodificar simplemente la estructura del Comité, que se ha quedado obsoleta y no refleja la realidad, sino también la metodología de trabajo.
No puede ser que este órgano sea una terapia de grupo, donde cada uno va a soltar su rollo y ¡hasta luego!… Ejemplos hay casi tantos como asuntos debatidos. Pero el último capítulo de esta triste historia clama el cielo. Casi tres meses después del anuncio de la eliminación de losmódulos, que supondrá un nuevo varapalo para el sector, no se sabe la opinión del Comité, más allá de lo mal que ha encajado que se tache a los transportistas de defraudadores. De hecho, el único punto en común.