El aeropuerto de Valladolid mantiene su caída libre en tráfico de mercancías

El aeropuerto de Villanubla-Valladolid mantiene su caída libre en lo que a tráfico de mercancías se refiere. En el primer trimestre del presente año, el aeródromo vallisoletano registró un descenso en el tráfico de carga del 52,4 por ciento (5.260 toneladas) respecto del mismo período del año pasado, que ya obtuvo de por sí resultados especialmente negativos. Así, en 2007 el tráfico total de mercancías en Villanubla se situó en las 31.012 toneladas, lo que significó un descenso del 74,3 por ciento.

La comparativa se convierte en especialmente negativa si comparamos esas 31.012 toneladas de 2007 con las 303.458 toneladas del ejercicio 2005, tan solo dos años atrás. Entre las principales causas que han conllevado a esta caída tan espectacular del tráfico de carga en Villanubla se encuentra el descenso en el número de vuelos chárter procedentes de países del este europeo que transportaban piezas para el sector de la automoción, especialmente para la factoría que el grupo automovilístico Renault tiene en la provincia de Valladolid.

Estos vuelos eran realizados principalmente por aerolíneas especializadas en vuelos chárter con sede en países del este europeo, como Bulgaria (Heli Air Serivces o Vega Airlines), Ucrania (Aero-Charter Ukraine) o Rusia (Volga Dneper). Estas piezas y componentes, que vienen a atender necesidades urgentes puntuales para mantener la cadencia en la fabricación de vehículos o recambios, se están transportando cada vez más por medio de camiones, según han señalado a este periódico fuentes solventes.

En este caso, a la habitual agilidad del transporte por carretera para dar respuesta a las necesidades de sus clientes, se une el lastre para el aeropuerto vallisoletano de su cierre nocturno, lo que perjudica la política de optimización de tiempos y flota de las propias aerolíneas y acaba por encarecer el precio final del transporte. Además, según las mencionadas fuentes, el aeropuerto vallisoletano carece de la infraestructura necesaria mínima para poder atender vuelos cargueros.