La participación en este órgano es la puerta de acceso a las ayudas de Fomento para la formación del transporte por carretera, que este ejercicio superan los 5,12 millones.
El asalto al Comité Nacional, que el próximo año renovará su composición, ha desencadenado una guerra entre CETM, Fenadismer y la Plataforma, que se disputan sus afiliados para ganar representatividad. La participación en este órgano es la puerta de acceso a las ayudas de Fomento para la formación, que este año superan los 5,12 millones
El sector del transporte de mercancías por carretera está en precampaña electoral. El próximo año toca abrir el proceso de renovación del Comité Nacional y ya se ha desatado una guerra sin cuartel entre las patronales CETM, Fenadismer y la Plataforma, que se encuentran en plena batalla de descalificaciones para erosionar las estructuras de sus contrincantes. Es el ‘todo vale’ para tratar de ingresar en sus filas autónomos que se encuentran actualmente fuera del mundo asociativo o captar a los transportistas descontentos con sus organizaciones para ganar peso y consolidar su posición en el Comité, caso de CETM y Fenadismer, o poder entrar a formar parte de este órgano de interlocución del sector ante el Ejecutivo, caso de la Plataforma.
La cuestión no es baladí. El ingreso en el Comité es la puerta que da acceso a las ayudas que reparte Fomento para la formación del transporte por carretera, que este año superan los 5,12 millones, de los que, cerca de 1,9 millones recaen en la patronal CETM, es decir, el 37 por ciento del total (ver cuadro adjunto). Las primeras escaramuzas de esta batalla electoral tuvieron lugar en junio, cuando Fenadismer, organización que preside Julio Villaescusa, enarboló la bandera de las ‘tarifas mínimas obligatorias’ y llevó al sector a un paro brutal, cerrado en falso tras la firma de unos acuerdos entre el Gobierno y el Comité, que esta organización no suscribió.
Fuentes del sector consultadas por este periódico apuntan que con la convocatoria de este paro nacional, Fenadismer trataba de ‘ganar popularidad’ entre los transportistas y, a su vez, cortar la progresión de la Plataforma, que había presentado recientemente sus credenciales para la defensa del autónomo y que también se apuntó al paro. Los convocantes de las movilizaciones no sacaron adelante sus reivindicaciones, pero lograron abrir una brecha importante en CETM, patronal que preside Marcos Montero de la mano de Ovidio de la Roza, presidente de Conetrans, su buque insignia. Varias territoriales, más cerca de los intereses defendidos por Fenadismer y la Plataforma que de sus propias confederadas y “hartas” de la gestión asociativa de la que hacen gala Montero y De la Roza, “que no atienden las propuestas de otras provinciales miembros de Conetrans”, pidieron su cabeza.
Una herida que continúa abierta a pesar de los intentos de CETM por cerrarla durante su XII Congreso Nacional, celebrado en Santiago de Compostela. Allí, el presidente Marcos Montero realizó una encendida defensa de Ovidio de la Roza, que subrayó la “cohesión interna” de la Confederación y negó que se hubiese pedido su dimisión. En su discurso, repleto de indirectas hacia Fenadismer y la Plataforma para cerrar todo atisbo de fisuras y vender unidad, recriminó que “no se defienden los intereses de los autónomos enfrentándolos con el resto del sector ni contribuyendo a confundir en lugar de aportar transparencia ni tampoco utilizando la amenaza del paro como un fin en sí mismo más que como una herramienta”.
Por último, para defender el papel que jugó en las negociaciones con el Gobierno durante el paro de junio, muy criticado por varias territoriales de Conetrans, al entender que “no defendieron” sus intereses, De la Roza se mostró confiado en que los acuerdos puedan ayudar a paliar la crisis del sector. Las espadas continúan por todo lo alto. CETM presiona al Ejecutivo para que desarrolle los acuerdos con más celeridad y deje sin argumentos a los partidarios de un nuevo paro.
La Plataforma amenaza con movilizaciones si el Gobierno no atiende sus demandas y afirma contar con más de 20.000 empresas. Mientras, Fenadismer se apunta el tanto de la sentencia contra la cargadora Cunext, que da un empujón al sector en su lucha contra el ‘dumping’. La batalla está servida y aún queda un año para las elecciones al Comité. La historia continuará.