El ayuntamiento de Madrid está estudiando imponer una serie de restricciones aún más estrictas al tráfico de vehículos de cara a 2020. Entre las nuevas limitaciones que se estudian, la que más preocupa al sector del transporte de mercancías es la que apunta a que sólo se va a permitir la circulación por la zona central de la capital de aquellos vehículos que cumplan una serie de requisitos medioambientales, como pueden ser tratarse de vehículos exclusivamente de propulsión eléctrica o híbrida.
Desde diversos ámbitos del sector se transmite la preocupación ante lo que se interpreta como un significativo cambio de rumbo en la política en materia de movilidad del Gobierno municipal de Madrid desde que se produjese el relevo en la alcaldía. El nuevo Ejecutivo de Ana Botella ha decidido reorientar toda su estrategia en el apartado de la movilidad atendiendo al punto de vista medioambiental. Como consecuencia de ello, se le están dando vueltas de tuerca a la ordenanza correspondiente y se están acelerando estudios en el ámbito de las restricciones de tráfico de cara a los próximos años.
En este sentido, las asociaciones miembro del comité regional de transporte están perfilando una estrategia común en materia de limitaciones de circulación de vehículos de transporte, tanto en el controvertido caso de los túneles de la autovía de circunvalación M-30 como en hipotéticas restricciones de futuro. Además, también en el ámbito de la movilidad, el comité regional tiene previsto insistir en la necesidad de que se habiliten definitivamente las zonas azules de estacionamiento limitado y de pago como espacios destinados también a operaciones de carga y descarga. La propuesta del comité pasa por la creación de un distintivo especial que tendrían que portar los transportistas profesionales.