Mantiene las restricciones al tráfico en M-30 y no amplía las zonas para carga y descarga.
El ayuntamiento de Madrid volverá a dejar en el olvido las principales reivindicaciones del sector en la inminente modificación de la Ordenanza de Movilidad. La nueva normativa mantiene las restricciones al tráfico para vehículos pesados de mercancías en los túneles de la M-30 y no amplía las zonas para carga y descarga
La nueva Ordenanza de Movilidad que está a punto de aprobar el Gobierno municipal de Madrid vuelve a ignorar las principales reclamaciones del sector del transporte de mercancías por carretera de la capital en materia de carga y descarga y restricciones al tráfico en los túneles de la autovía de circunvalación M-30, actualmente conocida como Calle 30. El Comité Madrileño del Transporte por Carretera (CMTC) presentó hace unos meses una serie de alegaciones al borrador de modificación de la citada ordenanza que no han sido tenidas en cuenta en su tramitación posterior por parte del equipo de gobierno de Alberto Ruiz Gallardón.
Entre esas peticiones del sector se encontraba la eliminación de la prohibición de circulación por los túneles de la Calle 30 para los camiones de más de 7,5 toneladas de MMA porque, además de suponer un agravio comparativo respecto de los vehículos destinados al tráfico de pasajeros que sí pueden hacerlo pese a superar ese tonelaje, “estas restricciones al tráfico son realmente incomprensibles puesto que lo único que consiguen es incrementar la congestión en otras zonas de la ciudad”, señala el secretario general de Atradice-Femet y miembro del Comité regional, Jesús María Sánchez.
Esta restricción al tráfico pesado en uno de los principales pulmones circulatorios de la capital repercute de forma directa en la distribución capilar, generando ineficiencias, incrementando los costes del sector y provocando una mayor congestión en otros puntos de la ciudad. Los motivos a los que se acoge el ayuntamiento para mantener la restricción son únicamente de seguridad, una excusa poco creíble para el sector. Por otro lado, la reforma de la ordenanza contempla también modificaciones en el apartado de la carga y descarga.
En este sentido, el cambio normativo incluye la vieja reivindicación del sector de restringir el uso de estas áreas exclusivamente para su uso profesional. Además, la ordenanza limita el tiempo de utilización a la media hora, con el objetivo de “incrementar la capacidad de estas plazas y lograr una mejor rotación, ya que la distribución urbana de mercancías es fundamental”, según aseguran desde el ayuntamiento.
Sin embargo, la reforma no recoge la petición del Comité regional para que se autorice una habilitación de la tarjeta profesional para el uso de las zonas de aparcamiento vigilado verdes y azules de la ciudad, porque “las zonas de carga y descarga actuales son insuficientes y están mal utilizadas”, matiza Sánchez. Además, la normativa municipal hace referencia a los transportes especiales, para los que se “simplifica el procedimiento de autorizaciones para aquellos vehículos que no superen determinadas masas y dimensiones”.
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