Equilibrará el coste total de propiedad frente al diésel, según un estudio, mientras Ramón Valdivia (Astic) reclama que no haya “dirigismo” hacia un solo modelo tecnológico.
El camión eléctrico de batería, así como los adaptados a las autopistas eléctricas, serán competitivos frente a los camiones diésel en 2025, mientras que los de pila de combustible de hidrógeno lo serán a partir de 2030.
Así lo recoge el estudio “Posibles opciones y vías tecnológicas para conseguir un transporte de mercancías por carretera sin emisiones de carbono en España”, que ha sido elaborado por la consultora Cambridge Econometrics. El informe fue presentado ayer en un webinar organizado por Transport & Environment en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma).
El estudio, que ha analizado el coste total de propiedad sobre un período de 12 años en vehículos pesados, señala que el coste total de propiedad de los camiones eléctricos será menor a partir de ese momento y que seguirá esa tendencia en los siguientes ejercicios “según nuestras previsiones”, apuntó Jon Stenning, associate director de Cambridge Econometrics.
Por su parte, Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic, puso sobre la mesa “la gran dificultad que tiene el sector para avanzar de forma decidida en el camino de la descarbonización”, al tratarse de un sector “muy atomizado y en el que el parque de vehículos es de los más antiguos de Europa”. En esta línea, “hay que poner equilibrio en las prioridades”, matizó.
Valdivia reclamó que en la transformación tecnológica de los camiones se huya del “dirigismo, porque nos gustaría que haya competencia entre todas las opciones posibles para que todas nos ofrezcan lo mejor”. El vicepresidente ejecutivo de Astic recordó que un camión eléctrico tiene más de 3.000 kilos de tara respecto a un modelo diésel, por lo que insistió en que “si se redirige todo hacia un solo modelo, este se relaja y necesitamos que se siga avanzando en investigación para conseguir la mayor eficiencia posible”. Además, añadió, “a veces, el dirigismo se tuerce”, por lo que hay que tener confianza en que las empresas “son capaces de elegir la mejor opción”.
Modernización del parque de camiones
Por su parte, María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad del Mitma, resaltó que la edad media del parque de vehículos de transporte de mercancías en España está tres años por encima de la media europea, por lo que es necesaria una modernización en la búsqueda de la reducción de emisiones. Rallo recibió como una buena noticia que los camiones de cero emisiones serán competitivos en unos años, según el estudio presentado ayer, pero afirmó que mientras tanto “hay que pensar en la transición”.
La secretaria general de Transportes hizo hincapié en la necesidad de reducir el consumo de los camiones por tonelada transportada, para lo que será necesario “avanzar en la reducción de la antigüedad del parque de vehículos, así como trabajar en las masas y dimensiones y en la digitalización, que permite la reducción de retornos en vacío”.
A su vez, Isabel Gómez, analista senior en Prospectiva Energética de Iberdrola, señaló que “apostar por varias tecnologías implica la implantación de más redes de repostaje y en definitiva, más costes”. Por lo que reclamó “un estudio serio que concluya que tecnología nos puede ayudar más en el proceso de descarbonización del transporte de mercancías por carretera”.
Por su parte, Gerrit Stumpe, Business Developer de Siemens Mobility, puso sobre la mesa los avances en el campo de las autopistas electrificadas mediante el uso de pantógrafos, en los que la energía se transmite al vehículo de forma directa. Esta solución “permitirá la utilización más eficiente de la energía y poder utilizar energías renovables”, afirmó.
Mientras, Fedor Unterlohner, Freigth Manager de Transport & Environment, aludió a que se está produciendo “un consenso emergente sobre las tecnologías que van a tener éxito en la descarbonización del transporte” e hizo referencia a los vehículos eléctricos de batería, los de pila de combustible de hidrógeno y los eléctricos de catenaria. Unterlohner reclamó “la aceleración del ritmo de implantación de estas tecnologías”, para lo que “proponemos más ambición y que haya más certidumbres para las inversiones”.
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