El caos de Cercanías convierte el tráfico de carga en una lotería

Fomento restringe la circulación de los trenes de mercancías en la provincia de Barcelona de 5 a 22 horas, hasta nuevo aviso.

Adif ha restringido la circulación de trenes entre las 5 y las 22 horas en toda la provincia de Barcelona. Los operadores más afortunados pueden sacar y/o entrar los trenes con horas o algunos días de retraso. A los que les ha tocado la china, han tenido que suprimir servicios hasta nueva orden. Y lo peor, no se sabe hasta cuándo.

El caos de Renfe Cercanías ha acabado salpicando a la carga. Los operadores ferroviarios cuyos convoyes entran y salen de la provincia de Barcelona, que cuenta con cinco estaciones de mercancías, conviven desde finales de octubre con la restricción total a la circulación de trenes de carga que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha decretado entre las 5 y las 22 horas. Aunque los trenes de mercancías circulan por líneas distintas a las afectadas de viajeros, Adif y Renfe han preferido curarse en salud. Que la mercancía entre y salga de Barcelona es cuestión de suerte: si el tren en cuestión tiene el surco de noche, si hay sitio aunque sea nocturno y si Adif, dentro del horario de restricciones, levanta momentáneamente la veda para colar algún convoy de carga.

Al cierre de esta edición, Renfe no había dado fecha a sus clientes de cuando volverá a la normalidad el servicio. Está claro que no será antes de que se restablezcan las líneas de viajeros afectadas, según han confirmado fuentes de la propia operadora, y parece bastante improbable que ello ocurra antes de que finalice el mes. Como viene siendo, por desgracia, marca de la casa, Renfe no avisó con antelación a sus clientes. “Nos llamaron el mismo día de su entrada en vigor”, según ha señalado Santiago Navarro, director de Operaciones de Spain Rail. Esta compañía es el principal operador ferroviario del puerto de Barcelona y, en consecuencia, el más afectado. La restricción horaria afecta a todos sus servicios, menos el que tiene con Azuqueca de Henares. Los dos a Lérida a la semana, los dos a Tarragona, el de Terminal Marítima Zaragoza (TMZ) y el de Vigo.

En total, el operador calcula que más de 160 contenedores semanales. La situación “ha trastocado toda la logística”. La mercancía hacia los puntos más cercanos entra y sale por camión, pero ello comporta un incremento de costes, “alrededor del 15 por ciento a Tarragona y del 20 por ciento a Lérida”. El caos de prolongarse mucho tiempo “puede provocar el desvío de tráfico” del puerto de Barcelona al de Tarragona, apuntan desde la terminal de vehículos Autoterminal, que mueve un importante volumen de carga por ferrocarril. Y es que Autoterminal recibía entre tres y cuatro convoyes a la semana de vehículos de la fábrica de Opel en Figueruelas (Zaragoza) para embarcar con destino al mercado ruso y ucraniano, que ha quedado reducido a uno único.

Mejor suerte ha tenido, hasta la fecha, TCB Railway Transport, que ha logrado mantener sus servicios con Azuqueca de Henares y TMZ. No obstante, este operador casi no ha tenido tiempo de estrenar la línea que inició a principios de octubre con Valencia y que se ha visto afectada por las restricciones. “Hemos sacado las mercancías más urgentes por camión”, aseguró Xavier Moliné, director general de la compañía. Al cierre de esta edición, Isamar había podido mantener el servicio semanal entre el puerto de Barcelona y Villafría, que hace para las navieras Hanjing Shipping y Senator Lines, eso sí, con incertidumbre.

“Al principio, Renfe nos dijo que nuestro convoy no salía, después que sí pero en horario diferente, ahora, no sabemos si saldrá el siguiente”. Los operadores “no tenemos la seguridad de que se respeten los surcos, lo que nos obliga a trabajar en precario y no nos permite garantizar el servicio a nuestros clientes”, añaden desde Isamar. Desde Renfe se asegura que el “tráfico de mercancías es importante para nosotros, pero la prioridad absoluta son los viajeros”. Las restricciones siguen vigentes, “aunque intentamos regularizar la situación encajando el máximo de convoyes tanto en horario diurno como nocturno”.