La siderúrgica realiza una primera prueba con carga de bobinas para ver la posibilidad de abrir una conexión ferroviaria entre el puerto de Bilbao y sus instalaciones del CTV.
El Centro de Transportes de Vitoria estrena su zona intermodal tres años después de la inauguración con un tren de Ros Casares. La siderúrgica, que en 2007 se hizo con la gestión de uno de los tres apartaderos ferroviarios del CTV, realiza una prueba con bobinas para ver la posibilidad de abrir un servicio ferroviario con el puerto de Bilbao
El Centro de Transportes de Vitoria ha estrenado su zona intermodal tres años después de la inauguración con una operativa de la siderúrgica Ros Casares, que estudia la posibilidad de establecer una conexión ferroviaria entre el puerto de Bilbao y la capital alavesa, según avanzó el director de Mercancías y Logística de Renfe Operadora, Francisco Bonache. Las conversaciones entre el grupo valenciano y la pública han desembocado de momento en una primera prueba para validar la competitividad de este servicio en tiempos de tránsito, disponibilidades y costes frente a la carretera, modo utilizado actualmente tanto para el aprovisionamiento de sus instalaciones de la capital alavesa como para la salida de producto terminado.
No obstante, al cierre de esta edición, fuentes de Ros Casares puntualizaron a este periódico que “no hay ningún compromiso entre las partes” y no desvelaron si esta nueva línea ferroviaria para productos siderúrgicos tendrá continuidad. La primera operativa, realizada el 6 de mayo, consistió en un tren cargado con 70 bobinas, que partió desde la terminal de la empresa Agemasa en el puerto de Bilbao hasta las instalaciones de Ros Casares en el CTV, según confirmaron a este periódico fuentes del sector.
Este proyecto, aún en fase de pruebas, se enmarca en los planes de expansión de Ros Casares, que se hizo en 2007 con la gestión de uno de los tres apartaderos ferroviarios del CT de Vitoria, conectados a la estación de mercancías de Júndiz con un ramal de enlace de 1.550 metros de longitud. Como ya adelantó este periódico, la siderúrgica proyecta poner en marcha en este emplazamiento un Centro Logístico del Acero, al que no ha puesto aún fecha para el inicio de las obras de construcción.
La instalación, que desarrollará en varias fases a través de Plisa Logistics, compañía logística del grupo siderúrgico, ocupará una parcela de 37.000 metros cuadrados. Tras la conclusión de las obras, la compañía dispondrá de una plataforma de cerca de 23.000 metros cuadrados de superficie cubierta, que contará con acceso ferroviario tanto en el interior de la nave como en el exterior. Ros Casares espera gestionar en este nuevo centro logístico un tráfico anual de 450.000 toneladas.
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