Los transportistas creen que el ayuntamiento les ningunea con las restricciones en la M-30.
El Comité regional no descarta volver a convocar movilizaciones contra el ayuntamiento de Madrid por su persistencia en la política de limitaciones al tráfico pesado en la capital. Los transportistas madrileños suspendieron una convocatoria similar en febrero, pero creen que el Gobierno municipal les sigue ninguneando con las restricciones a los camiones en la M-30
El Comité Madrileño de Transporte por Carretera (CMTC) no descarta retomar las movilizaciones que aparcaron hace sólo unos meses, tras comprometerse el ayuntamiento de Madrid a solucionar los problemas de movilidad de los vehículos de transporte en la capital. El Gobierno municipal reaccionó con rapidez ante esa primera convocatoria de paro planteada por el sector el pasado mes de febrero y prometió recoger la mayoría de las peticiones del sector en la nueva ordenanza de movilidad que pretenden que vea la luz previsiblemente en septiembre.
Sin embargo, los transportistas se muestran defraudados con algunos aspectos recogidos en el borrador de la mencionada ordenanza. Entre esos aspectos polémicos, los transportistas se quejan de las restricciones al tráfico de vehículos pesados en los túneles de la autovía de circunvalación M-30. Según el borrador de ordenanza que ha presentado el ayuntamiento al Comité, no sólo se mantiene la limitación de circulación para los vehículos de transporte de mercancías de más de 7,5 toneladas de MMA sino que “se han incrementado el número de tramos en los que está prohibido circular”, han señalado a este periódico miembros del Comité.
El ayuntamiento sigue remitiéndose a estudios de seguridad que desaconsejan el tráfico de vehículos pesados por los tramos cubiertos de la autovía, si bien sólo aplica esta prohibición a los vehículos de transporte de mercancías y no a los de transporte de pasajeros, lo que representa un agravio evidente.
Un enroque ilógico que provoca indignación
El enroquemunicipal con el asunto de las limitaciones al tráfico en la autovía madrieñaM-30, ahora conocida como Calle 30, está provocando un malestar profundo entre los transportistas madrileños. “Nos están tomando el pelo con este asunto”, se quejaba un miembro del Comité madrileño. Y es que el organismo que representa al sector del transporte en la región lleva tres años luchando para que se levante esta limitación. Inicialmente, el ayuntamiento dio largas a los transportistas, hasta que se decidió a presentarles un estudio de seguridad que desaconsejaba el paso de vehículos de más de 7,5 toneladas de MMA.
Sin embargo, la corporación local sí permite la circulación de vehículos de pasajeros que superan ese peso. La indignación llevó al sector a prepararmovilizaciones en febrero, que se aparcaron con buenas promesas municipales que no se han visto después refrendadas. Parece que esta vez ni siquiera la crisis va a conseguir atemperar posturas y el conflicto acecha a la vuelta de la esquina.