El Comité Nacional del Transporte por Carretera se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos. Fomento ha confirmado que ejecutará, aunque con bastante retraso, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que da la razón a la patronal Astic en su contencioso con el Ministerio, al que acusó de dar un trato de favor a Fenadismer en el último proceso de renovación del Comité, realizado en 2005.
Sin embargo, esta pequeña intervención quirúrgica llega demasiado tarde y no resuelve los graves problemas de salud que arrastra desde hace años el máximo órgano de interlocución del sector ante la Administración. De hecho, el proceso de renovación, activado recientemente, podría ser la puntilla. Y es que asociaciones de transportistas están aprovechando la actualización de la composición de este órgano de carácter consultivo para hacerse un hueco en las secciones de los operadores, aunque su principal nicho de negocio no es éste.
Es el todo vale con tal de sumar más peso y representatividad, lo que está deteriorando el Comité y distorsionando la realidad del sector. Se trata de algo lícito, sí, pero carente de toda lógica, por mucho que estas patronales afirmen tener operadores en sus filas y que se ven en la obligación de representar también sus intereses. ¿Alguien se imagina que la voz de los operadores logísticos en el seno del Comité sea la de los propios transportistas?…
La situación es preocupante y algunas organizaciones empresariales, como Lógica (operadores logísticos) y Aecaf (carga fraccionada), han dado la voz de alarma. Las dos patronales coinciden en el diagnóstico: el sistema que se utiliza para acreditar la representatividad se ha quedado obsoleto. Es la misma cantinela de hace cuatro años.
Entonces, ¿por qué no se cambia? ¿A quién beneficia que todo siga igual?… Esperemos que no se cumplan los vaticinios agoreros que dicen que el Comité no pasa de ésta. Pero la verdad es que el enfermo sigue en la UCI y tiene muy mala pinta.