Seguí, que despedirá al 70% de sus 1.500 trabajadores, asegura que sobrevivirá a pesar de que su tupido entramado societario arrastra un pasivo de 293 millones.
El concurso de acreedores de Contenemar afecta a casi todas las sociedades del grupo, que tiene en curso ocho EREs de extinción que afectan al 70% de sus 1.500 empleos. El accionista asegura que el concurso es un instrumento para capear el temporal, aunque el pasivo de 293 millones parece indicar que el grupo está herido de muerte
El histórico grupo Contenemar se ha declarado insolvente y ha presentado concurso de acreedores voluntario con un pasivo de 293 millones de euros. Contenemar, con unas ventas brutas consolidadas de 337 millones en 2007, es uno de los cinco grupos marítimos más importantes de España, a la par que Trasmediterránea o Boluda, con una importante cuota de mercado en el cabotaje con Canarias y Baleares y con terminales en casi todos los puertos españoles. A finales de julio, sólo tres meses después de que el propio presidente del grupo Andrés Seguí asegurase a este periódico que “no vamos a ir a concurso porque hemos hecho los deberes”, Contenemar e Iscomar, las dos principales sociedades, se dirigieron a los juzgados de lo Mercantil nº 7 y nº 12 de Madrid, respectivamente, para declarar su insolvencia y la de sus filiales, lo que, en la práctica, significa que el concurso afecta a casi todas las empresas del grupo.
En concreto, en el caso de Contenemar, cuyo concurso ya ha sido aprobado por el juzgado, sus principales filiales son Terminales de Turia (Valencia), Estibadora de Ponent (Barcelona) y Terminal de Contenedores de Vilagarcía (Pontevedra), estibadoras con concesiones que tienen una escasa o nula actividad. En el momento de presentar el concurso, el grupo disponía de 13 buques en servicio, siete propios y seis fletados, muchos de los cuales se encuentran hoy parados, aunque la compañía está transportando su carga en los barcos de la competencia.
Cabe destacar que el “Clara del Mar” continúa operando con normalidad en la línea entre Sevilla y Canarias que Contenemar cubre en comandita con OPDR Canarias. De manera paralela, el grupo tiene presentados ocho EREs de extinción que afectan al 70 por ciento de sus 1.500 trabajadores. Entre la principales razones esgrimidas para declarase insolvente destacan, además de la crisis generalizada, “el drástico cierre del crédito bancario”, “el desplome de los precios de alquiler en régimen de time charter de los buques en otoño de 2008, después de haber cerrado contratos a precios muy superiores”, “la caída del seis por ciento del negocio de contenedor en Canarias” y “la disminución del precio de los fletes cerca de un 10 por ciento debido a la feroz competencia generada por la entrada de nuevos competidores”.
No obstante, responsables del grupo señalan que el concurso es “un paraguas para capear el temporal y asegurar la continuidad”. Según las cuentas consolidadas del grupo para el ejercicio 2008, a las que ha tenido acceso este periódico, de los 293 millones de pasivo, 149 millones corresponden a deudas con los bancos y 23,8 millones a Administraciones Públicas acreedoras, con el siguiente desglose: 13,2 millones a la Hacienda Pública, correspondiendo 5 al aplazamiento de impuestos y tasas portuarias, y 9,66 millones a la Seguridad Social, entre aplazamientos y cuotas corrientes adeudadas. El importe neto de la cifra de negocio del grupo de la familia Seguí, cuya auditoría se ha presentado bajo la denominación social de Asmar Corporación Logística, fue de 274,3 millones de euros en 2008, descontados 146,9 millones de transacciones entre filiales, con unas pérdidas de 43,2 millones y un cash flow negativo de 24,5 millones.
El sindicato STMM CGT no acepta estas cuentas, que aún no han sido trasladas al registro mercantil. En primer lugar, se pregunta “cómo es posible que el grupo, facturando en 2008 casi lo mismo que en 2007 (290 millones), se impute unas pérdidas de 43,2 millones para ese ejercicio frente al beneficio de 8,1 millones del año anterior. Lo mismo vale para Contenemar S.A., que tuvo unos beneficios de 3,5 y 4,2 millones en 2006 y 2007, respectivamente, y unas pérdidas de 7,9 millones en 2008”. También se preguntan “cómo es posible que la filial Marítima Madrileña de Contenedores, que está sin actividad, tengas unas pérdidas de 4,6 millones”. El grupo asume como incobrable un importe de 30 millones, el 70 por ciento de las pérdidas de 2008, deuda que el sindicato dice que corresponde a empresas de la corporación.