Cuando el mensaje es necesario para la sociedad y se formula de manera potente, clara y honesta, se entiende del derecho y del revés
Me llama la atención el revuelo causado por una obra abstracta de Mondrian que estuvo colgada del revés durante 80 años en Alemania, hasta que en 2022 se dieron cuenta que al exponerla en una retrospectiva, su posición correcta era invertida a como había estado expuesta hasta entonces.
¿Por qué tanto revuelo si es una obra abstracta? ¿Es que ha dejado de transmitir su mensaje durante todo este tiempo? ¿Se entendía menos estando posicionada del revés? Tengo claro que la respuesta a estas cuestiones es que no. ¿Dónde reside, entonces, el problema? En visualizar la obviedad y necesidad del mensaje. El antiguo canon del mundo del arte explicaba que Mondrian era el rey de la simplicidad, aunque nuevos estudios revelan ahora que él fue uno de los primeros pintores esotéricos que pintaban lo que los demás no vemos: los flujos de energía y comunicación ¿Qué se desprende de todo este embrollo? Que cuando el mensaje es necesario para la sociedad y se formula de manera potente, clara y honesta, se entiende del derecho y del revés.
Las empresas cargadoras españolas y europeas nos inspiramos en Mondrian para que nuestro mensaje se capte también desde todos los ángulos posibles. Hemos creado la Certificación del Cargador Responsable (CCR) basada en los principios del IRU-GSA-ITF Charter, el código universal de entendimiento del transporte terrestre que pone al conductor en el centro, para que no exista duda alguna de nuestra implicación con el bien logístico común y la centralidad de la figura del conductor. Este mes, el día 20 en el Puerto de Algeciras, celebramos el primer acto que reitera la importancia de los conductores en la cadena de suministro, y celebramos que entregaremos también el primer Certificado de Cargador Responsable. Juntos siempre sumamos.
Jordi Espín
jespin@transprime.es
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