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El conflicto de la estiba americana, nuevo test para la cadena logística

Una huelga prolongada en las terminales de la costa Este y del Golfo podría generar en el tráfico de contenedores unos problemas similares a los provocados por la COVID, advierten desde Feteia.

La cadena de suministro global se prepara para una nueva disrupción que se suma a la actual crisis del mar Rojo. La estiba de la costa Este y del Golfo de Estados Unidos, agrupada en la  International Longshoremen’s Association (ILA), amenaza con una huelga, a partir del 1 de octubre, debido a los desacuerdos salariales y en automatización de terminales en sus negociaciones con la patronal United States Marine Alliance (USMX).

Imagen de una terminal de contenedores del puerto de Savannah, que en 2023 movió 4,9 millones de TEU.
Imagen de una terminal de contenedores del puerto de Savannah, que en 2023 movió 4,9 millones de TEU.

Desde la Federación Española de Transitarios (Feteia-Oltra), ven con mucha preocupación el riesgo de paralizarse las 36 terminales de contenedores de la costa Este y del Golfo, que mueven más del 50 por ciento de la carga con Estados Unidos.

“El peor escenario, en el que se dilate la huelga, supondría provocar un efecto adverso global en el transporte marítimo de contenedores, con una repercusión similar a la sufrida como consecuencia de la pandemia”, advierten desde la patronal que preside Enric Ticó.

En este sentido, toman como referencia algunos informes que detallan que una semana de paro en la costa Este y del Golfo, que engloba a varios puertos del ‘Top 100’ mundial, como New York/New Jersey, Savannah, Houston, Norfolk y Charleston, que manipularon más de 22 millones de TEU en 2023, afecta directamente al 2 por ciento de la capacidad naviera global de contenedores.

Además del encarecimiento de los fletes, ya anunciado por una gran parte de las navieras, con unos sobrecostes iniciales para este mes de octubre de hasta 1.500 dólares para contenedores de 20 pies y el doble para los de 40 pies, “la situación empeoraría con los consiguientes cambios en las rutas marítimas, y con la congestión de las terminales de contenedores”, alertan desde la federación de transitarios.

También inciden que “con este panorama de alteración de los flujos del comercio internacional, de dificultades para planificar con equilibrio la oferta y demanda de contenedores y de colapso de las terminales, los precios del transporte marítimo encuentran el caldo perfecto para dispararse de nuevo”.

Entre las exportaciones de España más afectadas por la amenaza de huelga de la estiba se encuentran alimentación, especialmente aceite, así como productos de automoción, semifacturados y materias primas, detallan desde la patronal. El comercio exterior español con Estados Unidos superó los 47.000 millones de euros el pasado año, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

La asociación ILA y la patronal USMX, que agrupa a 40 miembros entre los cuales están las navieras MSC, Maersk, CMA CGM, Cosco, Evergreen, Hapag-Lloyd, HMM, ONE, OOCL, Yang Ming o ZIM, han negociado con éxito 10 ‘contratos’ (convenios sectoriales) desde 1977 para mantener sin interrupciones el tráfico de contenedores en las terminales de la costa Este y del Golfo de Estados Unidos.

El último acuerdo, con seis años de vigencia y que concluye el próximo 30 de septiembre, cubre aproximadamente a 25.000 trabajadores portuarios empleados en los tráficos de contenedores y de cargas rodada.

Las negociaciones del nuevo contrato marco “están en punto muerto porque la USMX sigue ofreciendo a los trabajadores portuarios de la ILA un aumento salarial inaceptable”, afirman desde la asociación de estibadores. Por su parte, la patronal reitera su apuesta por reanudar el diálogo con ILA y con la participación del Departamento de Trabajo, el Servicio Federal de Mediación y Conciliación (FMCS). Las espadas siguen en todo lo alto.