El antiguo Consejo de Usuarios del Transporte Marítimo de Cataluña ha eliminado la palabra “marítimo” de su denominación porque se ha abierto a defender los intereses de los cargadores que, además del barco, utilizan la carretera, el avión y el ferrocarril.
La asamblea extraordinaria del Consejo, celebrada en junio, acordó relanzar el lobby, que cuantitativamente no es muy numeroso, alrededor de medio centenar de empresas, pero sí muy representativo en volumen al agrupar a los principales cargadores que tienen plantas en Cataluña de sectores como la automoción, Seat y Nissan, de la industria química, como Dow Chemical o Basf, o del acero, como Celsa, entre otros.
“Queremos ejercer de lobby ante los organismos correspondientes en sentido positivo para transmitir las necesidades que tenemos como cargadores y también proponer las mejoras”, señaló Rosa Prenafeta, recientemente nombrada directora del Consejo. Para fijar el plan de prioridades, se han activado cuatro comisiones, una para cada modo de transporte, además de una quinta transversal de aduanas.
Y una de las prioridades en las que ya trabaja es en la implantación de las 44 toneladas en España. La asamblea ratificó a Ramón Paredes como presidente de la asociación, cargo que ha ocupado interinamente desde el fallecimiento del anterior responsable, Carles Güell de Sentmenat.