El tránsito internacional se convierte en el único animador de los muelles, mientras que la importación se derrumba 14 puntos y la exportación continúa con su línea positiva.
El consumo está lastrando la actividad en los muelles españoles al cierre del primer trimestre de 2012 en los que el tránsito de contenedores se convierte en el único animador. La importación se derrumba un 14 por ciento en los principales puertos españoles y la exportación mantiene una línea positiva que detiene la sangría de volúmenes.
La crisis de consumo que sigue instalada en el panorama socioeconómico español está lastrando día a día la actividad de los puertos españoles a tenor de las cifras que presenta el conjunto del sistema al cierre del primer trimestre de 2012. El tráfico comercial puro, es decir, los volúmenes de importación y exportación (incluidos los tráficos de cabotaje entre puertos del españoles) sufrieron un descenso del 0,8 por ciento al cierre del primer trimestre, cifra que supone un descenso de casi seis puntos porcentuales respecto al crecimiento que obtenían el conjunto de las dársenas españolas al cierre del primer trimestre del pasado ejercicio.
Las cifras apuntan a una total incertidumbre sobre el devenir del año en curso, aunque varios directivos de puertos consultados estiman un mejor comportamiento de los tráficos de cara al segundo y tercer trimestre del ejercicio, si se logra reactivar mínimamente el consumo interno, ya que, sobre todo, lo que sigue fallando en la estadística portuaria es la importación de productos a España, ya que la exportación crece a casi dos dígitos.
Dos ejemplos que demuestran la incertidumbre que hay en el comportamiento de los tráficos en España se observan en las cifras del negocio del contenedor en Barcelona y Valencia. En el enclave catalán, la importación de contenedores llenos sufría un descenso hasta marzo del 13,90 por ciento, mientras que las exportaciones crecían a un ritmo de sólo el 1,99 por ciento. Por su parte, en el puerto de Valencia, las importaciones en contenedores llenos presentaban al término del primer trimestre una regresión del 13,92 por ciento, mientras que las exportaciones crecían a un ritmo del 15 por ciento.
En el acumulado entre enero y marzo, la pérdida de contenedores con mercancías de importación en Barcelona alcanzaba los 16.066 TEUs y de 18.708 TEUs en la dársena valenciana. La caída comercial de las importaciones a España es muy relevante y la estadística portuaria está salvando el tipo gracias a un buen comportamiento de las exportaciones y al fuerte tirón de las operaciones de tránsito internacional, que han crecido a un ritmo por encima del 16 por ciento en el primer trimestre de 2012.
El importante aumento del 36 por ciento que está teniendo la danesa Maersk en sus operaciones en Bahía de Algeciras, concentrando un tráfico de 860.080 TEUs en tránsito es clave, mientras que Valencia aumenta sus transbordos en un 5 por ciento al cierre del primer trimestre con un movimiento de 522.540 TEUs. El contraste en las cifras de transbordo sigue siendo Barcelona que se mantiene perdiendo mucha cuota de mercado con una reducción del 44 por ciento y sólo consolida un tráfico de 117.251 TEUs hasta marzo.
Por su parte, puertos como Las Palmas o Málaga están cosechando buenos resultados en el transbordo al cierre del primer trimestre, con tráficos de 202.890 TEUs y 150.344 TEUs, lo que suponen crecimientos del 26 y 126 por ciento respectivamente en comparación con el mismo trimestre del año pasado. Una de las incógnitas sigue siendo Tarragona, donde el tránsito cae un 11 por ciento y el tráfico sólo fue de 31.982 TEUs.
Equilibrio entre tránsito e import-export
Mientras se mantiene la incertidumbre sobre el comportamiento del consumo en España y la derivada que supone de incremento de las importaciones por los muelles, los puertos españoles mantienen una carrera por asegurar la conectividad de las instalaciones procurando satisfacer los requerimientos de los armadores con buenas tarifas para el transbordo internacional de contenedores.
No sorprende que por ello los puertos se lancen en la búsqueda de navieras que les aseguren volúmenes, pero no es más cierto que el transbordo sólo es una actividad que genera puestos de trabajo en el interior de los puertos y que la misión última de las autoridades portuarias es velar por un comercio exterior más competitivo con un ejercicio de abaratamiento del coste del paso de la mercancía, no sólo para el tránsito sino para el importexport.
Por eso uno de los objetivos del presidente de Puertos del Estado, José Llorca, es que los puertos rebajen el precio del contenedor de importexport al de tránsito, porque “no podemos bonificar el tránsito frente al importexport. Debemos buscarmayor equilibrio”.